Propietarios de algunos restaurantes de la ciudad dicen que de seguir el alza en los productos tendrán que tomar medidas drásticas, como la de cerrar sus establecimientos.
Los elevados costos que se han estado presentando en la canasta familiar han afectado sin duda alguna también al sector del comercio. En este caso los restaurantes de la ciudad se han visto golpeados, porque el precio de los alimentos sigue aumentando.
Propietarios de algunos restaurantes de la capital mencionan que de seguir el alza en los productos tendrán que tomar medidas drásticas, como las de verse obligados a cerrarlos porque la situación económica no da para pagar el arrendamiento. Señalan que productos de la canasta familiar como la papa y la carne están escasos y costosos.
La inflación colombiana trajo como consecuencia el alza del precio de un almuerzo hasta más de $4.000. Por ejemplo, un corrientazo no se baja de $9.000 o $10.000, así lo manifiestan propietarios y auxiliares de cocina que trabajan en restaurantes de la ciudad.
Incremento
El corrientazo que habitualmente muchos suelen consumir en la plaza de mercado El Potrerillo que antes se compraba a 6 mil pesos, ahora está costando 10 mil. Los propietarios de los restaurantes se ven obligados a subir los precios de los almuerzos porque así mismo los productos se han encarecido.
“Normalmente vendía un almuerzo en 6.000 pesos y ahora debido a la situación que se está presentando me ha tocado incrementar el precio a 9.000 y 10.000 pesos, situación que es preocupante porque las ventas han disminuido”, señaló Vilma Santacruz.
Se estima que los productos de la canasta familiar en Nariño lleguen a subir aún más debido a las lluvias, granizadas o sequías que disminuyen las cosechas.
Los propietarios de los restaurantes aseguran que ese aumento desproporcionado de los precios ha afectado sus ventas hasta en un 80%, razón por la cual están pensando en cerrar sus restaurantes.
“En lo corrido de este año los productos de la canasta familiar que más han alzado de precio son granos, productos cárnicos, lácteos y productos de aseo”, dijo el comerciante de un supermercado de la ciudad, William Insuasty.

