Respeto por el juego

La vibrante final vivida en el Mundial Femenino cumplido entre Australia y Nueva Zelanda dejó como gran campeona a la selección de España que derrotó 1-0 a Inglaterra con gol de Olga Carmona en el minuto 29 del primer tiempo.

Fue una linda definición que nos dejó una gran enseñanza a todos, especialmente a los protagonistas que son los jugadores y los entrenadores de los diversos equipos del mundo, pero especialmente de nuestro país Colombia.

Quiero citar los siguientes puntos observados en el mencionado encuentro, los cuales hay que repetirse en los estadios:

– A diferencia del balompié masculino, este encuentro definitivo entre españolas e inglesas tuvo un gran respeto por el juego, o sea, las protagonistas se dedicaron precisamente a eso, a jugar.

. No hubo nada de marrullería, nada de quemar minutos como ocurre con nuestros futbolistas hombres que en vez de prestarle atención al balón están pendientes de impedir que el mismo ruede.

– Nada de dar mil vueltas en la cancha tras una infracción y no hubo gritos desgarradores por cualquier faltica como ocurre con los caballeros que solo buscan engañar al árbitro e impedir la dinámica de un encuentro.

– En el Mundial femenino no se presionó a las árbitras que buscaban revisar el VAR. En nuestra Liga los jugadores acompañan al juez que va a la pantalla a examinar una maniobra y lo acosan para que la decisión se acomode de acuerdo a su conveniencia.

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En fin, muchas cosas absurdas se observan en nuestro balompié colombiano, no únicamente en la rama masculina, sino en la rama femenina, lo cual se debe cambiar de inmediato.

En términos generales quiero destacar la deportividad vivida en este certamen, en donde se dedicaron a jugar fútbol. Ojalá las mujeres sigan así y no se dejen contagiar de lo que miramos en cada jornada en el fútbol profesional de los varones.

Por lo demás quiero expresar mi admiración por los que se observó en toda esta cita orbital, especialmente con el representativo colombiano que llegó a unos cuartos de final inesperados, aunque quedó la sensación que se pudo avanzar más sino hubiese sido por un error monumental presentado ante Inglaterra.

Una vez más esperamos que se haga una Liga femenina digna a partir de 2024 en Colombia, para así nuestra representación mundial siga creciendo.