La Policía extiende su cobertura a barrios, veredas y corregimientos, promoviendo la seguridad, el respeto por la vida y el fortalecimiento de la confianza ciudadana.
La Policía Nacional de Colombia, a través de la Seccional de Carabineros y Protección Ambiental, viene fortaleciendo su presencia en la zona rural de San Juan de Pasto mediante el desarrollo de patrullajes montados. Esta estrategia, que combina vigilancia preventiva, contacto directo con la comunidad y protección ambiental, busca garantizar la tranquilidad de los habitantes del sector rural, evitar hechos delictivos y reforzar el vínculo institucional con los territorios apartados.
Cobertura
Los patrullajes no solo se concentran en las zonas centrales del municipio, sino que abarcan barrios, veredas y corregimientos rurales como Catambuco, Genoy, El Encano, San Fernando, Buesaquillo, Jongovito, La Laguna, entre otros puntos clave de la geografía pastusa. De igual forma, se extiende a zonas rurales de los municipios de Chachagüí, Yacuanquer, Tangua y Nariño, donde se realiza un acompañamiento permanente.
Los uniformados, montados a caballo y en compañía de guías caninos y de caballería, recorren los caminos de herradura, fincas y trochas con el propósito de prevenir delitos como el abigeato, el tráfico de fauna, el maltrato animal, así como también para disuadir la presencia de actores armados ilegales o bandas criminales que pretendan alterar la paz en estos territorios.
Prevención
Esta estrategia también involucra espacios pedagógicos y jornadas comunitarias con las juntas de acción comunal, asociaciones campesinas y líderes sociales. Se han desarrollado actividades de promoción del respeto a la ley, el cuidado del medio ambiente, el uso responsable de los recursos naturales y la convivencia pacífica entre vecinos.
Uno de los principales objetivos de esta campaña es devolverles la confianza a las comunidades que, históricamente, han sentido abandono o falta de presencia institucional. En palabras de Johana Flores, líder de la zona rural, “estos patrullajes representan tranquilidad para las familias campesinas, que muchas veces se sienten solas frente a los problemas de inseguridad. El simple hecho de ver pasar a los carabineros por los caminos ya cambia el ambiente del territorio”.
Confianza
El contacto directo con la ciudadanía es uno de los ejes fundamentales de esta labor. Los uniformados dialogan con los campesinos, escuchan sus inquietudes y atienden casos específicos relacionados con amenazas, robos, desaparición de animales, uso indebido de recursos naturales o situaciones de riesgo para menores y adultos mayores en zonas alejadas. De esta manera, se promueve una seguridad integral y cercana, que va más allá de lo operativo.
La presencia institucional también ha facilitado el mapeo de zonas críticas y puntos vulnerables, permitiendo una intervención más precisa. Además, ha incentivado el trabajo conjunto entre Policía, líderes comunales y otras autoridades locales, buscando soluciones duraderas y sostenibles.