Desarticularon red dedicada a la trata de personas en Ipiales

Una operación conjunta adelantada por las autoridades en Colombia permitió que en los últimos días se lograra la desarticulación de una red criminal transnacional dedicada a la trata de personas con fines de explotación sexual y el tráfico de migrantes. Esta organización, con presunta injerencia en varios países de Suramérica y Estados Unidos, fue desmantelada tras la captura de nueve de sus presuntos integrantes en dos operativos simultáneos realizados en la ciudad de Ipiales en el departamento de Nariño y en el municipio de Andalucía, Valle del Cauca.

Investigaciones

La red criminal, según las investigaciones, operaba principalmente en Bogotá, donde captaba a mujeres mediante ofertas laborales engañosas. La estrategia utilizada por los integrantes de la organización consistía en ofrecer a las víctimas trabajos como camareras en países como Perú, Chile y Ecuador, prometiendo salarios atractivos y condiciones laborales favorables. En particular, se les ofrecía a las víctimas una remuneración de aproximadamente 27 dólares diarios, además de cubrir los pasajes y viáticos, que, en realidad, se les descontaban posteriormente en cuotas cuando ya se encontraban trabajando en condiciones de explotación.

El modus operandi de la organización se basaba en la manipulación y el engaño, aprovechando la situación económica de las mujeres para atraerlas a esta red de trata que era manejada desde el municipio fronterizo en Nariño y Andalucia. Tras el reclutamiento, las víctimas eran trasladadas a otros países de la región, donde la organización las obligaba a prostituirse, sometiéndolas a situaciones de abuso y explotación sexual.

Identidades

Entre los capturados se encuentran nueve personas preliminarmente identificadas como Iván Mendoza, Miguel Cardona, Alberto Lozano, Roberto Guevara, Felipe Castaño, Edgar Miranda, Lina García, Teresa Jojoa y Nancy Dorado.

Las indagaciones comenzaron hace varios meses, cuando las autoridades colombianas, en coordinación con organismos internacionales y la policía de otros países, detectaron una serie de patrones comunes en los testimonios de mujeres que lograron escapar de estas redes. De acuerdo con las fuentes oficiales, la organización operaba de manera clandestina, utilizando documentos falsificados y rutas ilegales de migración para mover a las víctimas de un país a otro sin ser detectados por las autoridades migratorias.