POR: CARLOS ÁLVAREZ
En el partido del Real Madrid y el Valencia se presentó un grave incidente con en jugador brasilero Vinicius. Las barras insultaron gravemente con epítetos a la estrella del RM por ser negro. De añadidura el árbitro eexpulso al jugador rematando la inexplicable acción del público. El hecho ha tenido repercusiones diplomáticas entre españa y Brasil ya que el presidente Lula envió una nota diplomática al Gobierno español exigiendo una unvestigación a lo que el presidente considera un acto inadmisible de racismo y de una actitud facista, son poalabras de él.
La realidad de las cosas se puede ver en el escándalo internacional e interno dentro de los estamentos deportivos españoles y por supuesto brasileros que han trascendido particularmente a la América Latina. No es para menos que el racismo brote en un deporte el más popular del mundo como es el futbol y menos en un estadio, y aún menos en un estadio español. La cuestión es tan grave, que el prestigio del futbol español se está viendo seriamenmte afectado, con un rechazo unánime en el mundo.
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entero. No es posible entender como es el avánce del nuevo nazismo haya tocado a los estadios. Nuestra América Ibera es heredera de España y Portugal, en todos los aspectos que se quiera empezando por el idioma. No hay derecho que se trate de esta manera a un ibero americano por el hecho de ser negro. Si las protestas del presidente Lula y de su ministra de Igualdad Social no fructifican en España, se vislumbra un obscuro panorama para el futuro. Recordemos como la violencia de las llamadas barras bravas empezó en los estadios ingleses y se expandió por todo el mundo llegando a nuestra ciudades colombianas con muertos y heridos por un fanatismo que está estrechamernte ligado al racismo y al avánce del facismo en el mundo.
Por el lado humano, el daño psicológico que se le ha causado a Vinicius, practicamenete un niño, a lo sumo un adolecente que a conquistado un alto puesto en el futbol internacinal, es imperdonable. Todos los amantes del futbol esperamos que estas atrocidades paren de una vez.