La Diócesis de Ipiales, junto a un grupo de sacerdotes, acompaña la fe de miles de peregrinos que llegan desde Colombia y Ecuador para vivir una de las celebraciones marianas más significativas de la región andina.
En el majestuoso Santuario de Nuestra Señora de las Lajas, ubicado en Ipiales (Nariño), inició el pasado 31 de agosto el tradicional Quincenario en honor a la Virgen de las Lajas. Este tiempo de oración y reflexión se prolongará hasta el 17 de septiembre, consolidándose como una de las manifestaciones más importantes de la fe católica en el sur de Colombia y en países vecinos como Ecuador.
La Diócesis de Ipiales, bajo el liderazgo de su obispo, Monseñor José Saúl Grisales, ha convocado a los fieles a participar en esta romería que año tras año moviliza multitudes. A su lado, sacerdotes como Juan Casanova, Luis Carlos Gavilanes, Carlos Chávez, Alonzo Castro, Manuel Meneces, Jesús Laguna, Marcos Quistial, Mauricio Chávez, Nicolás Benavides, Francisco Quintero, Antonio Cerón, Juan José Cumbal y Milton Sarchi acompañan la organización pastoral y espiritual de los diferentes actos litúrgicos, asegurando la participación de parroquias de toda la diócesis y de delegaciones provenientes de Pasto, Tumaco, Quito, Otavalo y otras ciudades de la región andina.
El Santuario de Las Lajas, reconocido internacionalmente por su arquitectura gótica incrustada entre montañas, se convierte en escenario de encuentro y reconciliación, donde miles de peregrinos depositan sus intenciones, agradecimientos y promesas. Más allá de su majestuosidad estructural, este templo mariano representa un faro de esperanza y consuelo para quienes buscan fortaleza espiritual en medio de las adversidades.
Devoción
La celebración no se limita únicamente a lo religioso. Desde los primeros días del Quincenario, la llegada masiva de peregrinos ha transformado la ciudad de Ipiales en un epicentro de fe y cultura. Procesiones, eucaristías, rosarios, cantos marianos y vigilias nocturnas han marcado la programación diaria, generando un ambiente de recogimiento espiritual, pero también de encuentro comunitario.
La fe hacia la Virgen de las Lajas ha trascendido las generaciones, convirtiéndose en un patrimonio inmaterial que fortalece la identidad de Nariño. Familias enteras emprenden largos viajes a pie desde veredas y municipios, en actos de sacrificio y gratitud. Para muchos, el esfuerzo de caminar durante horas o días simboliza la entrega sincera a la Madre de Dios y refuerza la tradición mariana que ha caracterizado a la región por siglos.
Comunidad
La dimensión social del Quincenario se refleja en el movimiento económico y cultural que genera. Comerciantes, hoteleros, transportadores y artesanos encuentran en estas fechas una oportunidad para dinamizar la economía local, impulsando sectores clave como el turismo religioso y el comercio transfronterizo. Las calles de Ipiales se llenan de productos típicos, artesanías religiosas, gastronomía tradicional y expresiones culturales que integran la vida cotidiana con el fervor espiritual.