Un refugio de animales en Ciudad de México recibió un mensaje poco común y profundamente emotivo que llamó la atención de todo su equipo: una persona solicitó adoptar un “perrito invisible”, describiéndolo como uno de esos perros que nadie ve, normalmente mayores, con alguna discapacidad o con una patita menos, y que suelen quedarse olvidados en los refugios.
La petición, enviada por correo electrónico, no se centraba en adoptar un cachorro fuerte o de moda, sino en darle hogar a un animal que muchos pasan por alto debido a su edad, condición física o timidez. Este tipo de mensajes son excepcionales, ya que generalmente las solicitudes de adopción buscan características específicas o animales “perfectos”, mientras que muchos perros mayores y con necesidades especiales esperan sin ser elegidos.
El equipo del refugio compartió que mensajes como ese tocan el corazón de quienes trabajan día a día por el bienestar animal y ayudan a generar una reflexión más profunda sobre la adopción responsable. Para el personal, la verdadera adopción va más allá de la estética: implica aceptar y brindar un hogar a quienes más lo necesitan, sin importar su apariencia o desafíos particulares.
La historia también se ha convertido en un llamado a la comunidad para que más personas consideren abrir sus hogares a los animales “invisibles”, reconociendo que muchos de ellos tienen mucho amor para dar y pueden llegar a ser excelentes compañeros con el cuidado y la oportunidad adecuada.

