¿Quién es Adriana Díaz la mujer con presunta esquizofrenia? La historia de Adriana Díaz ha generado un intenso debate en Bogotá y en las redes sociales durante las últimas semanas. Su comportamiento, registrado en múltiples videos que ella misma publica, ha encendido las alarmas por lo que muchos consideran un presunto trastorno mental. En estas grabaciones, se observa a Adriana enfrentando a desconocidos, acusándolos de estar involucrados en un supuesto complot en su contra. Sus denuncias se extienden incluso a marcas comerciales, productos del supermercado e instituciones, a las que señala como parte de una red que busca hacerle daño.
Según información difundida por usuarios y medios digitales, Adriana, oriunda de Neiva, habría sido diagnosticada desde hace años con esquizofrenia paranoide y trastorno bipolar. Ella misma lo habría mencionado en publicaciones anteriores, aunque recientemente cambió la descripción de su perfil en redes para definirse como “una persona normal”. A pesar de esta contradicción, las evidencias de sus crisis siguen acumulándose. De hecho, ha protagonizado varios episodios en el sistema TransMilenio, en donde graba y acusa a los pasajeros de agredirla verbalmente sin razón aparente, lo que ha generado incomodidad y temor entre los ciudadanos.
¿Quién es Adriana Díaz la mujer con presunta esquizofrenia?
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Además de sus denuncias públicas, Adriana mantiene un conflicto abierto con su madre, a quien acusa de intentar asesinarla para cobrar un seguro de vida. En sus publicaciones, comparte pantallazos de conversaciones y mensajes donde le exige una supuesta acta de defunción. También asegura que su progenitora le causó daños físicos y psicológicos en el pasado, entre ellos la aplicación de bótox, lo que –según ella– le generó tics nerviosos. Estas acusaciones han sido replicadas por diversos usuarios, quienes alertan sobre el delicado estado emocional de la mujer.
La situación se ha tornado aún más preocupante debido a las múltiples intervenciones de la Policía y de la Secretaría de Salud en su lugar de residencia, tras quejas de vecinos que la acusan de alterar la tranquilidad del sector. Pese a esto, no se ha evidenciado una acción contundente por parte de las autoridades de salud mental, lo que ha sido duramente criticado por internautas. Muchos se preguntan qué están esperando las instituciones para intervenir y garantizar tanto su bienestar como la seguridad de quienes la rodean.
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En definitiva, el caso de Adriana Díaz pone en evidencia una falla estructural en el acompañamiento a personas con enfermedades mentales. Mientras algunos expresan empatía por su situación y piden atención urgente, otros temen por el riesgo que representa en espacios públicos. En medio de este escenario, resulta fundamental que las autoridades actúen de manera articulada y prioritaria, no solo por el bien de Adriana, sino por el de toda la comunidad que se ve afectada por la falta de respuestas eficaces.
