EDITORIAL

¡QUE SE ABRA LA FRONTERA!

Nos parece que no puede haber petición más justa por parte de los comerciantes de Ipiales, que exigir la apertura inmediata de la frontera colombo-ecuatoriana cerrada desde hace 18 meses, cuando llegó la pandemia de Covid-19.

De ahí que respaldemos plenamente el cierre total de los 4 carriles del Puente Internacional de Rumichaca en la frontera con Ecuador, como una manera de presionar al Gobierno del vecino país, en cabeza de Guillermo Lasso, para que proceda a la apertura total

La triste realidad es que el gremio de los comerciantes en el lado colombiano no da más, puesto que el cierre de la frontera paralizó de manera abrupta la mayoría de las actividades comerciales de la ciudad fronteriza.

Es así como de la noche a la mañana Ipiales dejó de recibir la multitud de compradores quienes, cargados de dólares, llegaban procedentes del Ecuador para realizar   sus compras, lo que en estos momentos da lugar a la peor crisis económica de toda la historia de esta población fronteriza.

De allí la protesta que iniciaron en las últimas horas el gremio comercial de Ipiales, cuyos integrantes aducen que mientras el comercio internacional entre las dos naciones prácticamente se ha mantenido durante todo el tiempo de la pandemia, en cambio los medianos y pequeños comerciantes de la ciudad colombiana se encuentran al borde de la quiebra, puesto que desde el cierre de la frontera las ventas han disminuido en un 80 por ciento.

 

«Nosotros pensamos que la verdadera razón del Gobierno del Ecuador para mantener el cierre de su frontera no es debido a la pandemia de Covid-19 o por el paso de migrantes, sino que está directamente relacionado con proteger el comercio de Tulcán y de ser así, tendríamos que hablar de un bloqueo económico contra Colombia y ello en sí, es bastante grave».

 

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De esta manera, la parálisis comercial que se vive en la frontera colombiana desde marzo del 2020, es la causa para que en estos instantes en Ipiales se sufra un panorama de pobreza e insolvencia que afecta de manera grave a miles de personas.

Ante este oscuro panorama consideramos de suma urgencia que el Gobierno del presidente del Ecuador, Guillermo Lasso, muestre un mayor interés en lo que tiene que ver con la apertura de la frontera del lado de su país, lo que se constituiría en la tabla de salvación para los comerciantes de Ipiales, puesto que ya comenzamos a vivir la temporada de fin de año, en la cual como todos lo sabemos las ventas se incrementan de manera considerable.

Esto por el lado ecuatoriano, puesto que por los lados del Gobierno de Colombia, se requiere con urgencia que la declaratoria de la emergencia económica y social se haga mediante un documento público.

A la vez es perentorio la aprobación de créditos bancarios y favorecer a los comerciantes en lo relacionado con brindarles facilidades para el pago de las deudas que han tenido que adquirir para sobrevivir en medio de la terrible emergencia que han debido afrontar durante año y medio, lo que también incluye la ampliación de los plazos para pagar los impuestos y la puesta en marcha de alivios tributarios.

Como se suele decir en el argot popular, la situación para los comerciantes de Ipiales, hace rato que pasó de castaño a oscuro, por lo que ahora más que nunca se requiere de medidas concretas, ante la lamentable crisis que azota a nuestra frontera con Ecuador

Como están las cosas, nosotros pensamos que la verdadera razón del Gobierno del Ecuador para mantener el cierre de su frontera, no es debido a la pandemia de Covid-19 o por el paso de migrantes, sino que está directamente relacionado con proteger el comercio de Tulcán y de ser así, tendríamos que hablar de un bloqueo económico contra Colombia y ello en sí es bastante grave.