Independientemente de quien gane las próximas elecciones, de esta campaña electoral, quedan algunas cuentas por cobrar:
Quedan 36 partiditos sin identidad ideopolítica, pero con personería jurídica que les da patente de corso para hacer de los avales un negocio económico y político. Queda la contaminación visual que parecía superada, los postes, siendo bienes públicos terminaron privatizados por la publicidad electoral con el silencio cómplice de las autoridades que permitieron el abuso de la contaminación visual y auditiva. Funcionarios públicos participaron abiertamente en la campaña tanto así que se identificaban con algún color en las manifestaciones públicas para demostrar el poderío de sus jefes que los obligaron a asistir.
Quedan incalculables ríos de dinero botado en las cloacas de la politiquería, 800 millones para una alcaldía de pueblo, por ejemplo y de ahí para arriba. Queda la rebelión de las ratas que aprovechan esta oportunidad para vender listados de votantes zonificados para mayor control. Ojalá las recompensas que ofrece el gobierno sirvan para algo.
Queda la inutilidad de las ías para reprender los delitos contra el sufragio, nada gana la procuraduría con decir que tiene cerca de 2.000 quejas si no pasa nada, porque la impunidad es la constante. Queda un reguero de candidatos quemados, por ejemplo, para el concejo de Pasto, aproximadamente 250. Queda intacto el modelo politiquero tradicional que no permite la irrupción de nuevas fuerzas políticas que den otro sentido a las formas de gobernar.
Quedan unas redes sociales encargadas de convertir las elecciones en una feria de peleas digitales donde la gente toma partido, a favor o en contra, de los odios de los contendientes y no de sus méritos o propuestas; por lo tanto, gana el hacker más hábil para posicionar un nombre y destruir otro.
Y Los webonautas trastrabillan entre creer a unos y descalificar a otros. Las redes se han convertido en “un movimiento parapolicial de justicia privada, que ajusticia sin formula de juicio.La red es un movimiento medieval de inquisidores. Los frenéticos excitados de la cofradía se solazan viendo arder a sus contendores en las llamas virtuales”, dice Mario Mendoza. En fin, queda todo por hacer.
Coletilla: Si Berner se va a hacer sentir como lo hizo en sus 30 años de congresista; entonces, el próximo gobernador es Escobar. Ji Ji.