Ismael Botina popular maestro Buchón, primera vez en su vida que se montó en avión, viajando desde Pasto a Bogotá y tuvo que vivir en carne propia un verdadero calvario, fruto de los problemas atmosféricos que todos los días presenta el aeropuerto de Chachagüí. Si no es la neblina, son los vientos. Según la Cámara de Comercio de Pasto y sus registros, cada año se suspenden vuelos por lo menos 30 días; esto es que el año en materia de aviación solo es de once meses.
En los tiquetes, vuelo Bogotá- Pasto estaba programado para las 6.30 Am, razón por la cual el pasajero debe llegar por lo menos una hora de anticipación, dicho de otro modo toca dormir con un ojo abierto y salir de casa a las 4am.
Llegado al aeropuerto internacional el Dorado, desde los altoparlantes se anunció que el vuelo con destino a Pasto, tendrá un retraso de una hora, por culpa de los fuertes vientos. Ya no salió a las 630, sino a las 8 de la mañana.
Comenzó el viaje hacia el sur, en Chachaguí, el piloto hizo tres intentos y no pudo aterrizar, tuvo que regresarse a Cali, allí, otra vez esperar. Ya eran las dos de la tarde, y hacia las 3 nuevamente a bordo y llegando a Pasto cerrado por neblina. Se regresó a Bogotá. Sin poderse moverse, porque en cualquier momento se intenta de nuevo. La gente desesperada. Ancianos, enfermos en sillas de ruedas, niños de brazos, otros ancianos, y en los aeropuertos los costos de alimentos es un atraco. En el Dorado, una taza de café con pan le cuesta la friolera de vente mil pesos y mucha gente que va con lo justo.
Ya cerca de las 5 de la parte, desde Bogotá emprendió vuelo y pudo aterrizar hacia las 6pm.
Entonces, la gente joven, otros ancianos, otros enfermos, tuvieron que mamarse todo el día desde la madrugada hasta el anochecer esperando un vuelo a Pasto.
Y uno se pregunta, ¿Qué pasó con el aeropuerto San Luis de Ipiales?, que con bombos y platillos se anunció hace meses, que la Aeronáutica habia autorizado convertirlo en alterno para la ciudad. La ´pregunta es ¿y cuándo?
Y cuando ya se autorice aterrizar en Ipiales, vendrán otros sobrecostos, como el transporte en taxi. Y para la gente que en vez de llegar a Chachagui tendrá que viajar a Ipiales vendrán más gastos, que no están preparados.
Otra alternativa es buscarle otro sitio para construir un nuevo aeropuerto, se ha dicho que en Remolinos hay espacio. Mientras se construye pasarán muchas generaciones. No nos hagamos ilusiones.
Maestro Buchón, se enteró que los predios aledaños al aeropuerto San Luis de Ipiales, fueron adquiridos por los hijos del expresidente Uribe, para montar una “Zona franca de carga internacional”.
La realidad es que sigamos padeciendo de estos inconvenientes y repitamos siempre la palabra de moda: re silentes, que significa algo así como aguantadores y sumisos…

