Después de presentar un espectáculo fantasmagórico de una acción normal que es gente corriendo al lado de un avión y atemorizar al mundo con el asesinato de cientos de miles de mujeres, la verdad comienza a aparecer con claridad.
Lo primero es que el régimen estadounidense traiciona siempre a sus aliados, especialmente si los considera inferiores completamente, como lo son los afganos. Así fue con Osama Bin Laden, Sadam Hussein, los líderes de Al Qaeda y Estado Islámico, entre muchos otros, a quienes asesinó cuando ya fueron parte de su historia y borraron sus huellas rápidamente.
Los talibanes fueron engañados en la primera arremetida contra las fuerzas soviéticas cuando les plantearon que cambiarían sus tradiciones, las que definitivamente fueron irrespetadas. Lo que nunca supieron es que la CIA quería derrocar al presidente progresista ya que estaba dando grandes posibilidades educativas, en salud, laborales, lo cual es inconveniente para las élites pues país que se desarrolla libremente se separa de ellos por sus características castigadoras y unilaterales.
«Ya se conoce que los afganos llevados en aviones están en condiciones muy difíciles en campamentos improvisados o países inseguros. Es el concepto de caridad neoliberal”.
La segunda vez derrocaron al gobierno Talibán en 2001 acusándolo de tener en su poder al supuesto autor de la destrucción de las Torres Gemelas: Bin Laden. Pronto se supo que fue un autoatentado y quienes participaron fueron en su mayoría de Arabia Saudita que es una dictadura implacable con su pueblo y el género femenino. Sin embargo, la invasión ocurrió y dejó más de 68.000 mujeres asesinadas, escondiendo su genocidio con la propaganda de que los talibanes son “muy malos”.
Por ello, es posible creer que el nuevo gobierno no cederá en su autonomía y cumplirá su palabra de cerrar el aeropuerto el 1 de septiembre haciendo que todos los extranjeros salgan hasta esa fecha. Naturalmente los que se queden asumirán las consecuencias como parte de un ejército invasor y serán castigados como lo haría cualquier nación con dignidad.
Ya se conoce que los afganos llevados en aviones están en condiciones muy difíciles en campamentos improvisados o países inseguros. Es el concepto de caridad neoliberal.
Por: Carlos Santa María.

