La percepción existente de la población ace rca del servicio de aseo en el municipio es dividida, por dos razones: una, que opina que la ciudad se mantiene aseada y luce bien presentada para propios y visitantes; otra, que el servicio es deficiente y solo es un negocio muy rentable para los inversionistas españoles.
Desapasionadamente, se puede afirmar que la privatización de los servicios públicos tiene múltiples desventajas debido a: aumento de tarifas, acceso desigual, reducción de la calidad, falta de control democrático, riesgo de monopolio privado, impacto social y laboral y falta de incentivos para el bien común. En efecto, las empresas privadas las orienta la maximización de beneficios a través de ingresos, por ejemplo, EMAS según el denominado “informe de gestión enero – diciembre 2023” los ingresos para dicho periodo fueron de $61.715.606.000 que genero una utilidad de $10.561.211.000. Desde luego, las utilidades no son el resultado del incremento de la eficiencia y la productividad de EMAS, sino que se basa en el incrementar las tarifas del servicio por tener un mercado cautivo. Entonces, el objetivo de esta empresa se orienta a generar ganancias, en lugar de asegurar la accesibilidad del servicio.
La privatización del aseo en Pasto ha creado brechas de acceso al servicio porque aquellas áreas menos rentables, como las rurales o aquellas con menor poder adquisitivo, quedan desatendidas porque solo interesa los mercados rentables. También, la búsqueda de mayores ganancias lleva a una reducción de la calidad del servicio, al recortar costos en infraestructura (por ejemplo, uso del lote del municipio sin pago de arriendo), mantenimiento o personal. Pero lo mas dañino de la privatización, es la perdida de control sobre las decisiones importantes de los ciudadanos y el gobierno local, especialmente, en temas de tarifas y prioridades de inversión. Como monopolio privado han abusado de su posición dominante. Adicionalmente, la privatización del servicio orientado a las ganancias ha precarizado las condiciones laborales y se han conculcado sus derechos.
La privatización del aseo en Pasto partió de la creencia de que el gobierno local no era apto para administrarlo porque era ineficiente y burocrático (exceso de trámites y lentitud, falta de incentivos), la corrupción y clientelismo en la administración municipal, que no se tenía la capacidad técnica y administrativa, que el municipio enfrentaba permanentemente limitaciones presupuestarias, que no existía continuidad y planeación de largo plazo, no existía una rendición de cuentas y la existencia de un estigma cultural y político en contra de todo lo que es público. Se argumentaba que la alcaldía es lenta en la toma de decisiones debido a la burocracia y a la inexistencia de factores motivacionales como, por ejemplo, las utilidades. Sin duda, un factor que permitió la privatización del servicio de aseo en Pasto fue el historial de corrupción en la administración pública que reforzaba la idea de que el municipio era incapaz de manejar el servicio de aseo de manera honesta y eficiente. Se temía que el servicio se utilizaba como herramienta política mediante el favorecimiento de politiqueros locales voraces que no permitían la vinculación del personal por su calidad en el trabajo, sino que solo era requisito ser un abnegado servidor de este.
Aunado a lo anterior, se percibía que el municipio no contaba con conocimiento técnico o la experiencia para gestionar eficientemente el aseo urbano. Todo lo anterior, aunado a la creencia que el gobierno local no tenía y no tiene la capacidad financiera para invertir en el mantenimiento o mejora de la infraestructura necesaria para ofrecer el servicio de calidad (equipo obsoleto). Entonces, la creencia de que el municipio, al compararse con las empresas privadas, estaba menos capacitado justifico la privatización del servicio de aseo. Además, la inestabilidad política local fue otro de los argumentos. El naciente neoliberalismo surgió con el dogma que todo lo público era ineficiente y que solo el sector privado era la solución para todo. Se impuso la presión externa (instituciones financieras o gobiernos nacionales) que impusieron que los servicios públicos fueran privados o externalizados, alegando que el gobierno municipal no es apto, o sea, se afirmaba que el sector público era incapaz de gestionar eficientemente cualquier tarea que tenga que ver con la prestación de servicios. La visión neoliberal impuso la creencia que la eficiencia (menos costos) y la eficacia (resultados) solo era posible con el sector privado, es decir, aparecía lo privado como la solución a todo.
Sin embargo, esta percepción no siempre es cierta porque existen ejemplos en el país donde los servicios son prestados por los municipios de manera exitosa y transparente; la clave esta en la capacidad administrativa, la gobernanza participativa, la transparencia y la inversión adecuada en el personal y la infraestructura.
En Pasto, el servicio de aseo se ha tornado muy costoso debido a la existencia de un monopolio privado en la prestación del servicio. En algunos casos, la tarifa es mas alta que la de otros servicios. Ante las dificultades laborales, económicas y sociales de la población del municipio se debe buscar es la democratización, es decir, garantizar que el servicio sea accesible, equitativo y controlado de manera mas inclusiva y participativa. Esto se puede lograr mediante la creación de un mecanismo que permita la participación de veedores de la comunidad en la toma de decisiones sobre el aseo, se debe establecer una estructura de gobernanza que incluya representantes del municipio, los trabajadores y los usuarios, para asegurar que las decisiones reflejan el interés publico y no solo el negocio. No es posible continuar con el abuso en las tarifas establecidas por EMAS, sino que se debe implementar tarifas progresivas que se adapten a la capacidad económica de las personas, que no se pierda de vista a los hogares de bajos ingresos, así como todos aquellos locales sin uso, cuya tarifa debería ser mínimo o gratuito.
El municipio de Pasto debe garantizar vigilar que este monopolio del aseo representado en EMAS tenga un comportamiento transparente mediante una supervisión publica y auditorias independientes.
Finalmente, se debe decir que el municipio está en mora de proponer una alternativa al monopolio de los servicios ahora privatizados como es el aseo y tránsito. La administración debe creer que es posible mantener una ciudad aseada, alumbrada y con mejor sistema vehicular mediante un enfoque integral que combine la eficiencia operativa, la participación ciudadana, la planificación adecuada y el uso de nuevas tecnologías. Sin duda, la administración pública bien orientada esta focalizada a prestar un servicio costeable pero nunca orientado a las ganancias como lo es la empresa de los españoles EMAS. Esta segunda colonización de los españoles no debe ser orientada a conculcar los exiguos ingresos de la población del municipio. Es tiempo de comenzar a conformar una empresa pública que preste los servicios de aseo, alcantarillado, agua y alumbrado orientada a privilegiar el bien común y no las utilidades.

