POR: VICTOR RIVAS MARTÍNEZ.
El acto legislativo número 3 de 1954, que reformó la constitución, otorga a las mujeres el derecho a elegir y ser elegidas. Esto lo hicieron efectivo el 1 de diciembre de 1957, cuando participaron en igualdad de condiciones con los hombres.
La discriminación con las mujeres era tan aberrante, que solo a partir de 1932, se les reconoció el derecho de administrar sus bienes; en 1933 se les abrió las puertas de las universidades y solo en 1945 se les reconoció sus derechos políticos, pero sin derecho al voto.
La lucha por la igualdad política y contra la discriminación de las mujeres continúa en pleno siglo 21. Revisadas las listas de candidatos al Senado, que se inscribieron hasta el viernes de la semana pasada, muestra que todavía hay mucho trecho por andar.
De Nariño en la lista del Centro democrático, no hay ninguna mujer. Tampoco hay en la lista de Cambio Radical, ni en la Fuerza de la paz, que lidera Roy Barreras, ni en el partido liberal, ni en el Pacto Histórico, peor en la lista del partido verde, que hoy en Nariño se tiñó de azul. Para confirmar la regla, el único partido que incluyó en su lista al Senado es el partido Conservador, con Diela Liliana Benavides, quien, por su propio peso político, logró que la ubicaran en el puesto 12 a nivel nacional.
La discriminación a la mujer es evidente. El único partido que a nivel nacional inscribió su lista al Senado de forma paritaria, por elección popular y democrática, es el Pacto Histórico. Al revisar la lista se observa que se inscribieron 50% hombres y 50% mujeres. El Pacto, no sólo inscribió lista paritaria, sino que le dio el privilegio de encabezar a una mujer, Carolina Corcho. Las demás listas las encabezan los hombres.
Estoy seguro de que Esmeralda Arboleda y Josefina Valencia, dos mujeres que lucharon por lograr el reconocimiento de los derechos políticos para las mujeres, al ver esto, continuarían peleando.! ¡Vaya que discriminación!
Correo: rivas1957@gmail.com

