Las principales figuras expulsadas, incluyendo a Washington Aguerre (DIM), Matheus Uribe y Harlen Castillo (Nacional), enfrentan de entrada una suspensión automática de una o varias fechas, dependiendo de la gravedad de la falta reportada por el árbitro Wilmar Roldán. Si el informe arbitral detalla agresión física o intento de agresión, las sanciones podrían escalar significativamente a varias jornadas de suspensión e incluso multas económicas.
Históricamente, el Comité Disciplinario ha impuesto suspensiones de hasta cuatro a seis fechas para jugadores involucrados en peleas y agresiones mutuas en el terreno de juego o sus inmediaciones. En el caso de Uribe y Castillo, esta sanción podría comprometer no solo su participación en la última fecha crucial contra América de Cali, sino también el inicio del próximo torneo, dependiendo del alcance final de la suspensión impuesta.

