Aunque en nuestra ciudad de Pasto, estamos acostumbrados a las bajas temperaturas, por estos días, sí podemos decir, que nos invade un frio glaciar que nos ha puesto a temblar, puesto que como se dice de manera popular, nos llega a los huesos.
Nos referimos a una situación cuyas molestas sensaciones que nos hacen pensar en esquimales y en osos polares, son lo de menos y se solucionan con buenos abrigos. Lo que nos preocupa es que esas bajas temperaturas de manera obligada se pueden asociar con la Infección Respiratoria Aguda (IRA), que por estos días viene afectando en Pasto y en varias zonas del departamento de Nariño- también en las regiones calientes- a niños y niñas y está asociada a la mortalidad infantil.
De allí, que respaldamos con alma, vida y corazón las acciones que, en ese sentido, empezó a desarrollar el Instituto Departamental de Salud de Nariño, (IDSN), no solo en Pasto, sino en varias zonas del Departamento, con especial enfoque en las comunidades indígenas, que están siendo afectados por esta peligrosa enfermedad, para lo cual se ha creado una estrategia que combina los saberes de la medicina ancestral y la medicina occidental.
En ese sentido, debemos referirnos a una noticia triste y es qué, en lo que va transcurrido del presente 2025, diez menores de edad, menores de cinco años de edad, han sucumbido a consecuencia de afectaciones relacionadas con el IRA, lo que se constituye en unas muertes dolorosas, las que, de acuerdo con las informaciones de las autoridades sanitarias, han tenido mayor incidencia en Tumaco, a pesar que en los últimos años, los casos habían disminuido de manera considerable.
De ahí, que entendemos perfectamente la preocupación que embarga en estos momentos a la directora del IDSN, puesto que la triste realidad es que la Infección Respiratoria Aguda IRA, ha seguido al menos, en lo que corresponde a este primer semestre del año, cobrando víctimas, especialmente entre la población infantil que presenta una mayor vulnerabilidad.
Igualmente, a nosotros nos inquieta saber por el trabajo que viene desarrollando el IDSN, es que en lo relacionado con las comunidades indígenas, es que, cuando un niño o niña, presenta síntomas de IRA, la primera consulta que se le hace es por parte de los médicos tradicionales, lo que es comprensible, teniendo en cuenta la identidad cultural y la plena confianza que tienen las comunidades indígenas en los conocimientos ancestrales. Sin embargo, a veces, los pacientes no responden a esa clase de tratamientos y se está viendo que cuando llegan a un hospital o, a un centro de salud, su estado es crítico, muchas veces con complicaciones severas, lo que dolorosamente, ya hacen irreversible, cualquier atención que se les pueda prestar, por lo que el paciente muere.
De allí, la acertada decisión del Instituto Departamental de Salud, en el sentido de combinar de manera simultánea la medicina ancestral y la occidental, con lo que se logra una mejor y más rápida identificación de los síntomas que presentan los pequeños pacientes, lo que reduce las complicaciones graves.
En ese sentido, el propósito no es el de reemplazar la medicina ancestral, sino integrarla con el conocimiento clínico, para realizar un tratamiento respetuoso con la medicina indígena y de este modo, proceder a tratamientos que permitan salvar la vida de los pequeños pacientes.
Bien por el Instituto Departamental de Salud de Nariño, que de esta manera, fortalece su compromiso con la salud pública, centrada principalmente en el bienestar y la salud infantil, con esta interesante y beneficiosa integración, entre los conocimientos tradicionales y científicos.

