La crisis en el sector arrocero colombiano continúa agravándose. Agricultores de regiones como Casanare, Tolima y Huila han anunciado jornadas de paro debido a la fuerte caída en el precio del arroz paddy verde, lo que ha hecho que producir ya no sea sostenible.
El año comenzó con preocupación para los productores, y tras el primer ciclo de cosecha en marzo, muchos advirtieron que estaban trabajando a pérdida. Aunque en ese momento se lograron acuerdos parciales con el Gobierno Nacional y la industria arrocera, los compromisos avanzan lentamente. Hoy, con la cosecha más abundante del año por salir, la situación se ha vuelto crítica.
De acuerdo con la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz), el valor que reciben por carga (125 kg) ha descendido hasta los $158.000 en zonas como los Llanos Orientales, cuando hace un año se pagaba alrededor de $225.000. Esto representa una reducción cercana al 25%. Además, los insumos, la mano de obra y los costos de producción han aumentado, afectando aún más la viabilidad económica de los cultivadores.
Molinos como Roa y Arroz Diana han reducido los precios sin ofrecer explicaciones, mientras entidades como Fenalco e Induarroz no asistieron a la más reciente mesa convocada por el Ministerio de Comercio para tratar el tema.
Ante la falta de respuestas, Casanare, el principal departamento productor, confirmó que respaldará el paro nacional que iniciará este lunes 7 de julio
El secretario de Agricultura de Casanare, Alexis Duarte, solicitó establecer un sistema de precios regulados con techo y piso, que proteja al agricultor, considerado el eslabón más débil de la cadena.
Finalmente, Rafael Hernández, gerente de Fedearroz, advirtió que si la situación no mejora, se podría comprometer seriamente la producción nacional de arroz, un alimento clave para la seguridad alimentaria del país.
“No podemos permitir que el agricultor asuma todos los riesgos. Esta situación es insostenible y requiere acción urgente”, afirmó Hernández.

