Primer encuentro internacional de freestyle en el Parque Bolívar

En un evento sin precedentes para la ciudad de Pasto, el Parque Bolívar se convirtió en el epicentro del freestyle durante el primer Encuentro Internacional de Freestyle, que reunió a talentosos raperos de Colombia, Ecuador y Venezuela.

Este festival no solo destacó el talento de los freestylers, sino que también fue una muestra de la creciente popularidad del género en la región. A pesar de la lluvia, el entusiasmo del público no se desvaneció, y la plaza se llenó de energía y pasión por el rap.

Desde las primeras horas de la tarde, la atmósfera se cargó de expectación. Freestylers de diversas ciudades llegaron con ganas de demostrar su destreza en las rimas improvisadas. Entre ellos se encontraban artistas emergentes y nombres ya reconocidos en la escena del freestyle.

Competencia

La competencia, que se desarrolló en varias rondas, permitió a los participantes mostrar su creatividad y habilidad para jugar con las palabras, llevando a cabo batallas que hicieron vibrar a los asistentes.

Uno de los coordinadores del evento, Richard Lecter, un reconocido rapero pastuso, expresó su satisfacción por la realización de este encuentro. “Es un sueño hecho realidad.

Ver a tantos freestylers de diferentes lugares en nuestra ciudad es increíble. Esta es una plataforma que permite visibilizar el talento y fomentar la cultura del rap en Pasto y más allá”, comentó Lecter, quien ha sido un pilar en la promoción del freestyle en la región.

Iniciativas

La directora de juventud, Valentina Zarama, también se mostró entusiasmada con la realización del festival. “Este tipo de eventos son fundamentales para el desarrollo cultural de nuestra juventud. Nos permite conectar a los jóvenes con sus pasiones y fomentar el arte y la creatividad. Estamos comprometidos en apoyar iniciativas que impulsen el talento local y fortalezcan los lazos con otros países”, afirmó Zarama.

Los asistentes, a pesar de las inclemencias del tiempo, no dejaron de animar a los competidores. La lluvia se convirtió en un símbolo de la perseverancia de los freestylers, que desafiaron las adversidades para ofrecer un espectáculo memorable.

A medida que las batallas avanzaban, se podía sentir la conexión entre los artistas y el público, quienes respondían con vítores y aplausos ante cada rima ingeniosa y cada giro sorpresivo en las batallas.

La jornada culminó con una gran final que enfrentó a los mejores freestylers de la competencia. El nivel de habilidad y creatividad que se exhibió en el escenario fue impresionante, dejando a todos los presentes con ganas de más. La competencia no solo celebró el talento, sino que también creó un espacio para el intercambio cultural, donde los artistas compartieron sus experiencias y estilos.