En estos días convulsionados que vivimos, los niños, niñas y adolescentes, se encuentran expuestos a dos terribles flagelos como lo son la violencia escolar y la drogadicción, los dos lamentablemente ligados a las actividades de los colegios, a los que también habría que agregar el alcoholismo, no menos peligroso.
De allí, que hoy destaquemos la labor que empezó a desarrollar la Subsecretaría de Convivencia y Derechos Humanos de la Administración municipal por medio de la estrategia SPA vs. Habilidades para la Vida, en las diferentes instituciones educativas de la ciudad de Pasto.
La apertura de esta jornada, que necesariamente no puede ser la única, puesto que consideramos que ante la delicada problemática que en ese sentido se vive en la capital nariñense, se debe extender a todos los colegios, se hizo en la Institución Educativa Normal Superior de Pasto, enfocada a los padres de familia, en desarrollo de la cual se trataron temas de transcendental importancia relacionados con los métodos de crianza, el fortalecimiento de los lazos familiares y la necesaria comunicación que debe existir siempre entre padres e hijos.
Nos estamos refiriendo a una campaña que en las actuales circunstancias tiene un enorme valor puesto que estamos viendo de acuerdo con los reportes de las autoridades locales, como la violencia escolar, manifestada en el bullying, así como el consumo de sustancias sicoactivas, hace carrera en muchos de los establecimientos educativos de Pasto, en un hecho de características gravísimas que no es de ahora, sino que se viene presentando desde hace mucho tiempo atrás, así como algunos directivos de los planteles educativos, profesores y padres de familia insistan en querer tapar el sol con las manos.
En estos días convulsionados que vivimos, los niños, niñas y adolescentes, se encuentran expuestos a dos terribles flagelos como lo son la violencia escolar y la drogadicción, los dos lamentablemente ligados a las actividades de los colegios, a los que también habría que agregar el alcoholismo, no menos peligroso».
Vivimos, como lo anotamos al principio de este espacio Editorial, días bastante díficiles, en especial en lo que tiene que ver con un vicio aberrante, destructor de la juventud, como la drogadicción.
Ayer, no más, veíamos en pleno centro de Pasto una imagen tan triste como dolorosa: un adolescente de unos 15 o 16 años, decentemente vestido, inhalando pegante de manera desesperada, ante los ojos indiferentes de la gente que pasaba a su lado.
Al bullying escolar que en un momento dado puede llevar a sus víctimas a la desesperación, y por ende al suicidio, a la drogadicción (se afirma que los vendedores de basuco, marihuana y otras sustancias sicoactivas, rondan los alrededores de los colegios), nosotros le agregaríamos otro gran flagelo el cual tiene una elevada incidencia entre la juventud de nuestra ciudad de Pasto.
Nos referimos al alcoholismo, otro vicio que también hace de las suyas entre los muchachos y muchachas, como se puede ver los fines de semana, con jóvenes, muchos de los cuales no llegan a la mayoría de edad, siendo protagonistas de bochornosas escenas causadas por la embriaguez.
Frente a esos antecedentes nos parece que a la Subsecretaría de Convivencia y Derechos Humanos le espera un largo, pero muy valioso e importante trabajo, en esta tarea de prevención que no vacilamos en aplaudir, por todo el bien que esto representa para la juventud. Es más, nuestro llamado es para que otras secretarías de la Alcaldía de Pasto se unan a estas campañas de prevención, no solo mediante la realización de las reuniones con los padres de familia y los profesores, sino también con visitas a las diversas instituciones educativas, donde los funcionarios, y ojalá personal profesional en lo que tiene que ver al bullying, la drogadicción y el alcoholismo entre los jóvenes, el cual en un momento dado puede ser mucho más grave que la problemática del consumo de drogas.
La consigna no puede ser otra que alejar a los jóvenes de unos monstruos que terminarán devorando sus vidas, si no se reacciona a tiempo.

