El pasado13 de septiembre, el sector de la Variante Norte en Popayán se convirtió en escenario de un ataque que dejó en evidencia la creciente inseguridad que acecha a la región. En un acto audaz, dos individuos en motocicleta dispararon contra el vehículo de un abogado, desatando el pánico entre los transeúntes y residentes de la zona. El abogado, a pesar de los disparos, logró mantener la calma y, herido, condujo hasta un centro médico cercano donde recibió atención de emergencia.
El ataque resultó en la muerte del conductor de la motocicleta, quien, según informes iniciales, perdió la vida en medio de la huida. Su compañero, aunque gravemente herido, logró escapar a pie, lo que complicó inicialmente las labores de las autoridades. En medio de esta confusión, la Policía local respondió rápidamente, pero a pesar de la captura inmediata de uno de los atacantes, este fue liberado poco tiempo después debido a la falta de pruebas suficientes que justificaran su detención en flagrancia.
Lo rastrearon
Ante la gravedad de la situación, la Fiscalía General de la Nación decidió intervenir. Un equipo especial del CTI asumió la responsabilidad de la investigación, enfocándose en rastrear al segundo sicario, identificado preliminarmente como Jeison Osorio. Los investigadores iniciaron un meticuloso seguimiento, aprovechando tanto las cámaras de seguridad de la zona como los testimonios de testigos presenciales, que pudieron proporcionar detalles valiosos sobre la dinámica del ataque.
A través de su investigación, el equipo del CTI determinó que Osorio había escapado hacia el departamento de Nariño, específicamente en la capital nariñense. Con la creencia de que este lugar remoto le proporcionaría un refugio seguro, Osorio se ocultó, subestimando la capacidad de las autoridades para localizarlo. Sin embargo, la perseverancia y el profesionalismo de los funcionarios del CTI llevaron a un operativo exitoso en esta zona montañosa.
Crimen organizado
Los agentes del CTI, tras semanas de vigilancia y análisis, finalmente dieron con el paradero de Osorio. En un operativo coordinado, lo capturaron sin resistencia. La detención del presunto sicario se considera un gran avance en la lucha contra el crimen organizado en la región, especialmente en un contexto donde la violencia ha ido en aumento.
Tras su captura, Osorio fue trasladado a Popayán, donde las autoridades lo presentaron ante un juez con función de control de garantías. Durante la audiencia, el fiscal expuso las evidencias que apuntaban a su implicación en el atentado y la peligrosidad que representaba para la sociedad. El juez, tras considerar los argumentos presentados, decidió enviarlo a prisión, lo que representa un paso significativo hacia la justicia para el abogado agredido y un mensaje claro contra la impunidad.

