El presidente Gustavo Petro volvió a exigir al diario El Tiempo que rectifique una publicación en la que difundieron unos audios falsos atribuidos al director de operaciones de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), Wilmar Mejía. Según Petro, el medio habría participado en un montaje impulsado por algunos oficiales de la Policía con el propósito de desprestigiar al Gobierno, señalando que incluso ya tienen sospechas sobre quiénes estarían detrás de la maniobra.
La controversia surgió cuando El Tiempo publicó unos audios que supuestamente vinculaban a Mejía con disidencias del grupo conocido como “Calarcá”. Sin embargo, la información resultó ser falsa. Mejía negó totalmente que la voz que se escucha en las grabaciones fuera la suya y afirmó que nada de lo mencionado en esas conversaciones corresponde a su proceder profesional o personal.
Una investigación de Noticias Uno determinó que, en realidad, la voz pertenecía a un civil identificado como Jhonatan Sánchez, quien hablaba con un coronel que grababa la conversación. Esto demostró que la persona involucrada no era el funcionario de inteligencia, como había sido sugerido por la publicación del diario.
La situación generó fuertes reacciones en el ámbito político. El representante a la Cámara Alejandro Ocampo criticó la falta de rigor del medio y señaló que la desinformación no puede seguir influyendo en la opinión pública ni en el debate político. Petro, en una declaración previa, aseguró que desde el primer momento pudo identificar inconsistencias en la nota y que por eso defendió a Mejía, animándolo incluso a acudir a la justicia para que se esclarezcan los hechos y se establezcan responsabilidades.
Pese a las exigencias del presidente y a las revelaciones periodísticas que contradicen lo publicado, El Tiempo no ha rectificado oficialmente ni ofrecido una respuesta pública frente a las acusaciones del Gobierno. La falta de pronunciamiento mantiene viva la polémica y aviva el debate sobre la responsabilidad de los medios de comunicación, la manipulación de información y la utilización de contenidos falsos en el contexto político nacional.

