Presidente Petro sobre proceso del Clan del Golfo: “He decidido mantener la mediación de los países Qatar, España y Suiza”

El presidente Gustavo Petro advirtió que el oro extraído de manera ilegal en Colombia se ha convertido en una de las principales fuentes de financiación de las mafias del narcotráfico, en particular del Clan del Golfo, y anunció que mantendrá la mediación internacional de Qatar, España y Suiza para avanzar en un proceso que permita la salida de este grupo de la ilegalidad.

A través de sus redes sociales, el mandatario explicó que diversos estudios evidencian que Colombia pierde de forma sistemática el valor económico del oro ilegal, ya que este mineral sale del país sin dejar retorno alguno. Según Petro, el oro es vendido mayoritariamente en Estados Unidos, donde el dinero producto de estas transacciones termina invertido en edificios, viviendas y otros activos, lo que constituye un mecanismo de lavado de dinero proveniente tanto del narcotráfico como de la minería ilegal.

El jefe de Estado detalló que alrededor de 70 toneladas de oro ilegal salen del país cada año, con un valor estimado de 3.500 millones de dólares, recursos que no ingresan a la economía colombiana y fortalecen las estructuras criminales. En su análisis, este circuito ilegal conecta directamente la minería ilegal con la cocaína, consolidando un eje financiero criminal transnacional.

Frente a este panorama, Petro reafirmó su decisión de sostener la mediación de Qatar, España y Suiza en el proceso de diálogo con el Clan del Golfo, con el objetivo de que este grupo abandone las economías ilícitas y deje de actuar como financiador de otras mafias del narcotráfico. Asimismo, señaló que es fundamental que las agencias de inteligencia de Estados Unidos participen para frenar tanto el lavado de activos como la salida ilegal del oro colombiano.

El presidente también subrayó que cualquier eventual acuerdo deberá incluir compromisos claros sobre las cantidades de oro que pasarían a manos de empresas del Estado, así como la formalización de pequeños mineros, quienes serían dotados de títulos mineros legales como parte de una estrategia de sustitución de economías ilegales por actividades lícitas.

Durante una visita al departamento de Nariño, Petro insistió en que la riqueza minera del país debe quedarse en el territorio nacional y beneficiar a las comunidades, en lugar de alimentar economías extranjeras y redes criminales. Recalcó que el problema central es que los dólares generados por el oro ilegal no regresan a Colombia, mientras el mineral sí sale del país, reproduciendo un esquema de saqueo que, según él, ha sido históricamente aprovechado por las mafias.

En síntesis, el presidente planteó que combatir la minería ilegal es clave para debilitar el narcotráfico, recuperar soberanía económica y avanzar hacia un modelo donde los recursos naturales se transformen en desarrollo legal, control estatal y bienestar para las regiones más afectadas por la violencia y la ilegalidad.