Esto podría afectar a muchas personas que dependen de esos apoyos.
Una reducción del 39% en el presupuesto para vivienda es significativa y podría tener un gran impacto en la disponibilidad de subsidios y programas de apoyo. Esto podría dificultar el acceso a viviendas asequibles para muchas personas. Además, podría afectar proyectos de construcción y mejoras en infraestructura habitacional.
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