La Oficina en Colombia de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-Derechos Humanos) ha expresado su profunda preocupación por la situación de derechos humanos en el departamento de Nariño. La región ha sido escenario de graves violaciones a los derechos humanos, especialmente en territorios colectivos de pueblos indígenas y comunidades afrodescendientes.
Según el Índice del Impacto de la Violencia elaborado por ONU-Derechos Humanos, 18 municipios de Nariño se encuentran en riesgo crítico, muy alto y alto. La Oficina ha verificado homicidios de personas defensoras de derechos humanos, amenazas, reclutamiento de niños y niñas, y desplazamientos forzados. Estos hechos han tenido un impacto significativo en las personas y comunidades de la región.
Aunque los diálogos de paz territorial con grupos armados no estatales han significado un desescalamiento de la violencia en algunos casos, la Oficina también ha observado una reconfiguración de la violencia con un fuerte impacto en las personas y comunidades. Esto sugiere que la situación de derechos humanos en Nariño sigue siendo un desafío significativo.
ONU-Derechos Humanos ha formulado 10 recomendaciones para abordar la situación de derechos humanos en Nariño, que incluyen:
– Desarrollar acciones para implementar la política de desmantelamiento y su Plan de Acción en Nariño.
– Garantizar el derecho a la consulta previa, libre e informada para los pueblos indígenas y comunidades negras en el escenario de mesas territoriales de paz.
– Proteger a los pueblos indígenas en riesgo y garantizar el funcionamiento de las Mesas Territoriales de Garantías.
– Fortalecer los lineamientos para la actualización anual de los censos poblacionales indígenas y su depuración.
La Oficina ofrece su asistencia técnica para avanzar en estos retos de derechos humanos y trabajar hacia una situación más estable y segura para las personas y comunidades de Nariño.