Ricardo Sarasty

Goebbels, la prensa y oposición

El derroche de información sobre cuanto sucede en este gobierno y su entorno pone a pensar en las razones por las cuales los grandes medios de información se interesan desmedidamente por mostrar de manera puntual y detallada hasta aquello que, en otros gobiernos, dejaron pasar inadvertido por insustancial o por considerarse irresponsable hacerlo, al no contar con sustentos de su verisimilitud por lo que se podía afectar la honra del presunto causante de los hechos. Más cuando el protagonista del supuesto insuceso era cercano a los intereses y afectos de los propietarios de los medios radiales, televisivos y escritos.

Pero es que desde antes de ganar las elecciones el candidato Petro ya se podía prever el comportamiento de los llamados líderes de opinión, pues frente a la imposibilidad de que las perdiera estos comenzaron a aliarse para convertirse, una vez Petro convertido en presidente, en la vanguardia de la oposición para lo cual debía de recurrirse al uso de todo cuanto tuviera a su alcance, al mejor estilo fascista, siguiendo los principios de la propaganda nazi, desde el de la simplificación y del enemigo único hasta el de la unanimidad..  

Como buenos alumnos del genio de la propaganda política todos los periodistas, hasta los de farándula, han adoptado una sola manera de ver, valorar y juzgar al gobierno para sin matices descalificarlo, subrayando errores que se relaciona hasta con lo invierno puesto que el objetivo es convencer de que el culpable es el mal gobierno. Con el pretexto de argumentar una noticia y las opiniones durante todo el día se entrevista a los sabios de la tribu, opositores preparados para lapidar al funcionario o funcionaria del gobierno, que responde un largo cuestionario con preguntas que abordan su vida privada y mezclan tramposamente con acciones de su trabajo. Inerme se coloca al funcionario o funcionaria ante todos los adversarios sin distingo de bando o partido para que los vea y los oiga como un solo gran bloque sólido y sepa a qué se atiene. 

Se buscan con lupa para mostrarlos con telescopio equitaciones y defectos del mandatario, de sus familiares y hasta de amigos. Por ejemplo, se comenta su impuntualidad y se insinúa que hasta de pronto el presidente tenga un vicio, como si en este país de gazmoños no se hubiera sentado borracho más de un mandatario abuelo de los hoy censuradores de la moral del presidente.

Ah es que esta misma prensa que se horroriza ante el comportamiento del hijo mayor del presidente, se encargó en su momento de correr las cortinas de las casas de otros mandatarios y allegados a ellos para que no se vieran los comportamientos del hijo, hermano o primo calavera, calificando sus excesos como tragedia familiar. Tan eficaces son los equipos de investigación en estos medios, que cuando los delitos cometidos en el lado de la oposición son imposibles de tapar entonces se procede a buscar entre la gente del gobierno algo que pueda mostrarse más sucio porque, como manda GOEBBELS “si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.

Observar el comportamiento de la prensa en su ejercicio diario, denominado por ella misma “defensa de la democracia”, permite pensar en que la caja de herramientas con las cuales glamurosas presentadoras y elegantes directores de tele y radio noticieros madrugan y anochecen a cumplir con la tarea de desprestigiar al gobierno, es la misma del contrahecho propagandista de Hitler, por eso la orden es  no  desaprovechar nada con el propósito de convertir al presidente, con todo su equipo de gobierno, en blanco de acusaciones y hasta de mofas porque según GOEBBELS se debe exagerar, desfigurar y vulgarizar todo. A la par que se fabrica la mentira que de tanto repetirse se convierta en verdad. ricardosarasty32@hotmail.com