Por: Nicolás Escobar Bejarano
Aproveché lo que va del mes de febrero del presente año para leer el libro “¿Por qué los matan?” del escritor colombiano Ariel Sánchez (quien meses atrás fue una de las víctimas del éxodo de columnistas que generó la revista Semana, -al parecer debido al cambio de directiva-, quienes lograron hacer la transición de fuente prestigiosa a una cloaca de periodistas lambones y moralmente cuestionables entre los cuales se destacan Vicky Dávila y Salud Hernández).
El libro es un enriquecedor relato que pone sobre la mesa uno de los temas más sensibles de la realidad moderna de Colombia, es decir, el asesinato sistemático de líderes sociales y el abandono estatal que genera revictimización.
Para nadie es un secreto que hablar de temas como la defensa del medio ambiente, la protección de derechos humanos y la restitución de tierras, significa ampliar aún más el color rojo de la bandera nacional, pues en este país los ríos de sangre aumentan día a día; solamente en lo que va del año (2021), las cifras son alarmantes, se produce una masacre cada 3 días, asesinan un líder social cada 4 días y se comete un feminicidio diario. Lo preocupante es que al gobierno de turno parecen no importarle estas cifras. ¿Sera que en esta “democracia” las vidas son solamente una ficha de ajedrez?
«El libro es un relato sobre uno de los temas más sensibles de la realidad moderna de Colombia, es decir, el asesinato de líderes sociales y el abandono estatal que genera revictimización».
Uno de los principales problemas que se presenta es la tramitología para el reconocimiento de la calidad de líderes sociales y defensores de derechos humanos. Inicialmente deben probar que lo que están haciendo realmente corresponde a una labor social (existe una lista taxativa de estas actividades) y posteriormente, hacer una advertencia y alerta (ambas ante la Defensoría del Pueblo); todo esto en aras de buscar una protección estatal, desde la identificación de los contextos donde se desenvuelven.
Recomiendo totalmente el libro pues, constituye una lectura obligatoria para entender la realidad social de la actual Colombia y, en especial, para lograr romper los paradigmas de: “es que se lo buscaron por», “si los mataron es por algo”, entre otros. Sin duda alguna, lo que está matando este país es la falta de empatía ante las causas sociales.
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Adenda 1: El pasado 01 de febrero del 2021, miembros del CTI realizaron la detención del señor Gustavo Adolfo Aguilar (presidente de Asmet Salud EPS), a quien la fiscalía busca imputarle los delitos de fraude procesal y peculado por apropiación. Al parecer, este señor “desvió los recursos”, es decir, se embolsillò cerca de $21 mil millones de pesos colombianos (entre los años 2008-2012). Después de su captura seguramente vendrá un eterno proceso para verificar la culpabilidad de este señor, sin embargo, sea cual sea el final de esta novela tan colombiana, ese dinero que debía ser invertido en el sistema de salud no aparecerá por ningún lado. ¡Que dolor patrio!
Adenda 2: ¡Quiero leer despacio, escribir poco y envejecer a tu lado!