El amanecer del pasado domingo trajo consigo una noticia desgarradora para la comunidad de Tumaco y para aquellos que conocían a Maicol Stiven Palacios Zapata, un joven de 23 años de edad cuyo sueño de forjar un futuro en Cali se vio truncado por la violencia. Identificado por la Policía Metropolitana de Cali, Maicol fue asesinado en la Calle 77 con Carrera 28D2, en el barrio Mojica, sur de la capital del Valle del Cauca.
Maicol, originario de Tumaco, había llegado a Cali hace tres años, al igual que cientos de jóvenes de su región que buscan mejores oportunidades. A pesar de los desafíos, el joven había tenido la fortuna de conseguir un empleo estable en las Empresas Municipales de Cali (EMCALI) poco después de su llegada, lo que le permitió comenzar a construir su vida en la «Sultana del Valle».
Altercado
Según informes de familiares, Maicol fue invitado a una fiesta en su barrio la noche del sábado. Sin embargo, en la mañana del domingo, se produjo un malentendido entre los asistentes. Ante la tensión, Maicol decidió abandonar la celebración y regresar a su casa. En ese momento, se escucharon disparos que desataron el pánico entre los presentes, quienes comenzaron a huir en diversas direcciones para evitar convertirse en víctimas de una bala perdida.
Lamentablemente, el joven tumaqueño no tuvo la misma suerte. Una de las balas lo impactó, quitándole la vida al instante. Cuando la situación se calmó, quienes aún permanecían en el lugar se encontraron con su cuerpo tendido en el suelo, rodeado de un charco de sangre. Minutos después, la Policía llegó al sitio para realizar la inspección técnica y el levantamiento del cuerpo, que fue identificado por los agentes de la Sijin.
Doloroso final
El dolor de la familia de Maicol es incalculable. Su cuerpo fue trasladado a Tumaco, donde sus seres queridos, amigos de infancia y vecinos se unieron en un sentido homenaje. En un ambiente de profundo pesar, el miércoles se realizó su entierro, un acto que dejó a la comunidad en shock, recordando a un joven que llegó a Cali con grandes esperanzas. En un desarrollo reciente, se conoció que la Sijin en Santiago de Cali logró capturar al responsable de los disparos que resultaron en la muerte de Maicol. Esta detención ha traído un pequeño alivio a su familia, que busca justicia por la trágica pérdida de su hijo, hermano y amigo. Sin embargo, el hecho resalta una problemática mayor: la violencia y la intolerancia que aún afectan a muchas comunidades en Colombia.

