TOÑO ROSERO

La buena política

Es innegable que el país está atrapado en una campaña electoral interminable, en la que no se termina de elegir a los gobernantes, cuando ya se está pensando en estrategias proselitistas.

En un contexto donde la política parece haberse convertido en un perpetuo ciclo electoral, es crucial reflexionar sobre la verdadera esencia del servicio público. La política, en su esencia más pura, debería ser vista como un compromiso con el bienestar común y una herramienta para mejorar la calidad de vida de todos. Sin embargo, la constante búsqueda de votos pueden llevar a los políticos a enfocarse más en obtener apoyo y gestionar su imagen que en implementar políticas efectivas y resolver problemas concretos.

Reconocer la esencia de la política como un servicio implica priorizar el diálogo sincero con los ciudadanos, la transparencia en la gestión pública y un enfoque genuino en las necesidades de la comunidad. Lamentablemente, la política a menudo se ha convertido en un espectáculo grotesco, donde los ciudadanos, en lugar de ser protagonistas de la democracia, son relegados a simples espectadores. Es como un concurso de X Factor, donde los políticos se convierten en figuras efímeras y sin sustancia.

Afortunadamente, no toda la política es así. Todavía existen, alejados de los círculos sectarios, políticos, gobernantes y funcionarios públicos que ven la política como un servicio genuino.

La degeneración de la política, a cuyo triste espectáculo asistimos a diario, es también la degeneración de la democracia. El antídoto más eficaz es reaccionar. Una forma de hacerlo es buscar, tal como hizo Diógenes con su linterna, a aquellos políticos que anteponen las ambiciones del país a las suyas propias. Estos políticos existen, y para encontrarlos, debemos salir del matrix de la política como espectáculo y caos.

Recuperar la buena política en Colombia es un proceso en curso que requiere el compromiso de todos los sectores de la sociedad. Las reformas institucionales, la participación ciudadana, la lucha contra la corrupción, la paz y la estabilidad, la educación cívica y el uso de innovaciones tecnológicas son elementos clave en este esfuerzo