Por: Carlos Santa María
La foto del ex presidente Duque en China y con el Papa Francisco, hechos que se habían “olvidado”, mostró la hipocresía de los Medios Masivos de Desinformación en Colombia respecto al viaje del presidente Gustavo Petro representando a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, es decir, trascendiendo al país incluso y en un cargo de alta distinción.
Asimismo, la alocución del mandatario español, Pedro Sánchez, quien se ha opuesto al genocidio en Gaza realizado por el sionismo perpetrador de violencia, identificó claramente a la ultraderecha manifestando que esta se opone a los derechos laborales, de salud, climáticos, la igualdad sexual, etc., la cual no trepida en violar la democracia para lograr sus perversos intereses y aprovechando el espacio comunicativo.
Afortunadamente el pueblo, aprovechando las redes especialmente (aunque no sean tan potentes como la radio, televisión y prensa que están en manos de las élites), ha logrado paulatinamente darse cuenta que en nuestra nación se están confrontando con claridad dos proyectos: uno, el del odio contra todo lo que signifique que la ciudadanía, los niños, las mujeres, los jóvenes y ancianos, logren vivir con un sustento que les permita crecer en posibilidades de bienestar, representando a las familias que ganan billones de pesos y cuyo egoísmo no les deja ver la necesidad de equidad.
La segunda es el proyecto popular que garantice al pueblo sus derechos a una vida digna utilizando los recursos del estado para su propia población, lo que es una lucha dura y de riesgo.
Durante medio siglo mínimo, la clase dominante hizo lo que quiso en nuestra nación, firmando tratados de libre comercio que nos desfavorecieron notablemente, amplificó la corrupción como si fuera natural, uso la violencia descarnada para apagar las voces juveniles y de líderes honestos, todo oculto en los Medios o cambiando las noticias para engañar al pueblo. Llamarlo polarización es nuevamente la trampa de las élites, apoyados por sectores que aún no comprenden que la historia los desnudará en su error.