La comunidad del sector de Nueva Betania en la vía Villagarzón-Mocoa, hace un llamado a las autoridades por el peligro latente en el que estarían los estudiantes de la escuela en San José del Pepino a la hora de ir a clase por la falta de un camino peatonal y reductores de velocidad.
Al parecer en el sitio los automóviles van a altas velocidades y cometen varias imprudencias, lo cual provoca accidentes de tránsito que por fortuna hasta el momento no se han transformado en una desgracia.
Hace pocos días un alumno que iba fue atropellado, situación que prendió las alarmas de la comunidad. Habitantes de la zona indicaron que los peligros a los que se ven expuestos los alumnos son grandes, pues por la falta de andén los escolares tienen que caminar sobre la carretera para ir a clases.
El director del Centro Educativo Rural Caliyaco en San José del Pepino, Raúl Delgado, manifestó “se ha hecho solicitud a Invías, Secretaría de Educación, Gobernación, Alcaldía, sin obtener respuesta. Nos va a tocar acudir a entes de control”.
La solicitud que también va dirigida a la concesión vial, está encaminada a que se construya un camino peatonal desde Nueva Betania hasta la escuela, para que los niños no tengan que transitar sobre la calzada. Asimismo, se solicita que instalen reductores de velocidad en la carretera.
El presidente del sector de Nueva Betania, Edgar Marín Córdoba, dijo “además de los reductores solicito apoyo a las autoridades para que se construya una escuela en este sector, pues en el POT quedamos como centro poblado, hay 400 familias, 100 alumnos que van a San José del Pepino y casi 100 más a las instituciones de Mocoa. Nuestros niños están arriesgando la vida”.
“Dios no quiera puede haber un accidente fatal, así que solicitamos que por favor implementen los reductores en Betania. Lo hemos solicitado por oficio y no nos han puesto cuidado. No queremos llegar a medidas como cerrar la vía para pedir elementos que nos merecemos como comunidad”, agregó.
Se pudo conocer que el accidente se presentó porque los niños deben cruzar la calle para recibir clases en una caseta comunal, lo cual habla de otra problemática en cuanto a las condiciones infraestructurales que tiene la institución educativa. Es por eso que la comunidad solicita atención ante estas solicitudes, que buscan garantizar la vida y educación de los niños, niñas y jóvenes del sector.
