Por: Carlos Santa María
El reciente robo de un segundo avión de Venezuela por Estados Unidos y la posibilidad de un tercero demuestran claramente que la pérdida de las elecciones por parte de Edmundo González ha sido un fuerte golpe al gobierno neoliberal del norte, desquitándose con llevarse recursos que corresponden estrictamente a la nación caribeña.
Esto se agudiza debido a que los más tremendos fracasos del régimen estadounidense en América Latina han sido propinados este siglo por el pueblo bolivariano, comandado por Hugo Chávez y luego por Nicolás Maduro, especialmente al ganar Chávez la presidencia, sobrevivir y superar el golpe de estado propiciado por Washington.
Sólo en dos ocasiones gano la oposición y fueron reconocidos por el gobierno chavista inmediatamente.
Ante la muerte del líder bolivariano, continuó en la primera magistratura Nicolás Maduro, y nuevamente en esta reciente elección el pueblo bolivariano los derrotó. Por ello, el robo de otro avión venezolano Dassault Falcon 900EX es simplemente la acción de un gobierno externo que no posee los elementos democráticos para competir y, además, interviene en los asuntos internos de otra nación, castigando a otros medios de comunicación fuera del país para ocultar sus propios conflictos internos, lo que es condenado internacionalmente.
Cabe señalar la información falsa sobre esta sustracción ya que, además de no ser un aparato propiedad del mandatario venezolano, fue debido a una supuesta violación de las sanciones de EEUU y de las leyes de control de exportaciones, medidas ilegales aplicadas de modo unilateral por el propio gobierno Biden, adjudicándose el derecho a retener y destruir cualquier aeronave que ellos determinen con base en sus propias reglas, lo que es muestra de un poder aplicado incorrectamente según el derecho internacional.
Ninguna Democracia que se precie de serlo se fundamenta en la guerra y en las acciones hostiles contra otros pueblos, sino en la solidaridad y la cooperación. Finalmente, para los ingenuos una reflexión: en EE.UU. sí hay cárceles de niños, condenados a cadena perpetua a los 13 años, no en Venezuela.

