Ismael Botina popular maestro Buchón, en sus tiempos mozos fue asistente del director técnico de la Selección colombiana de futbol, el profesor Francisco Maturana, quien cada vez que perdía un partido, salía sereno el moreno a decir, “tranquilos, porque perder es ganar un poco”.
Nadie lo entendía, hasta ahora, cuando en política nos damos cuenta que quienes no apoyaron la campaña del presidente Petro, son los ganadores.
Los vientos del sur que soplan en estos momentos son azules, rojos y de otros colores, menos del Pacto Histórico.
Ni en el tiempo de Uribe, estuvo tan bien enmermelado el glorioso partido conservador, con viceministerios y altas consejerías. Ahí tienen al joven Eduardito Enríquez, quien alcanza este cargo por su excelente hoja de vida, y además porque su señor padre el desaparecido Eduardo Enríquez Maya, fue un amigo de confianza del ahora ministro del Transporte Guillermo Reyes González. Además, la regla general para ser nombrado como viceministro es la de ser joven, y joven es el “porquisito”. El viceministerio de Transporte, quedó en buenas manos.
Perdió el hijo del ‘Chiquito’ García en su intento de llegar al Senado, hoy es viceministro del Interior. Igual, cumple con una adornada hoja de vida y es joven. Con esto se le cumple al papá, ‘Chiquito García’, y al liberalismo en Nariño.
Otro perdedor, enredado en líos con la Corte Suprema, el exgobernador Camilo Romero, es nuestro embajador de Colombia en Argentina. Con este nombramiento vamos a tener escuelas de tango y pases de cortesía para los partidos del Boca Junior. Con lo creativo y piloso que es nuestro Camilín, seguramente estaremos muy bien representados los colombianos y nariñenses en tierra de la Patagonia.
Y en camino vienen otra serie de nombramientos de perdedores en altos cargos del gobierno. Y los del pacto histórico, muy enojados, como por ejemplo Afranio Rodríguez y Fernando Delgado, quienes preparan marchas de protesta en contra de los nuevos viceministros nariñenses escogidos de otros partidos. Perder es ganar.
Y mientras nos desgastamos en peleas estériles con contra de los jóvenes que van como viceministros, la reforma tributaria sigue su camino. El ministro de Hacienda Ocampo no da su brazo a torcer, por más que los congresistas de frontera se opongan al desmonte del subsidio a la gasolina, el ministro dice que ese beneficio no irá más. Y como los congresistas de frontera, en su gran mayoría recibieron su tajada, muy seguramente aprobarán la reforma. Perder es ganar.
En el Congreso, aquí y en cualquier país del mundo, priman las mayorías; si el presidente Petro no se dedica a buscar votos para que apoyen sus proyectos, no pasan. Muestra de ello, la elección del contralor general de la Nación, Carlos Rodríguez, que, si no hubiera sido por la voltereta de los congresistas, no se elegia a un contralor de bolsillo.
Perder es ganar…los vientos del sur son azules… los del pacto, están histéricos.
Por: Manuel Eraso.

