Por iniciativa de Luis Alfonso Escobar, gobernador de Nariño, se iniciarán diálogos regionales con el propósito de ambientar la paz en nuestro departamento.
Esta iniciativa es fundamental para lograr nuestro crecimiento y desarrollo económico y social. La paz elimina el conflicto armado y fortalece el tejido social y el bienestar ciudadano.
Si bien la paz total que impulsa el gobierno del presidente Petro, busca el bienestar de los colombianos, este proceso si no se aterriza en las regiones, puede fracasar.
La paz total debe construirse desde los territorios. Nosotros somos quienes sufrimos las consecuencias de la guerra. El viernes de la semana pasada, en Sotomayor, una joven de apenas 25 años pisó una mina, que la tiene hospitalizada, con graves afectaciones de salud.
Esto no puede continuar. La guerra y la violencia vengan de donde vengan hay que pararla.
Hay que hablar con los diferentes actores del conflicto para lograr que las políticas nacionales, correspondan a las necesidades de los territorios y estas se conviertan en planes y proyectos que cuenten con la financiación necesaria para que puedan ejecutarse.
Desde las mesas de diálogo realizadas en el extranjero o Bogotá, no se van a identificar las prioridades en nuestros municipios, corregimientos y veredas. Es evidente que, en la Colombia profunda, escasea el agua, la educación, la salud, la vivienda, la energía, el gas y también el internet. Llevar estos servicios allá debe ser prioridad.
Los encuentros subregionales que está realizando el gobernador para aterrizar el plan de desarrollo 2024-2027, son buenos. Pero sin duda, serán mejores si en ellos participan los actores del conflicto.
En este periodo, hay que avanzar a pasos acelerados en el proceso de sustituir los cultivos ilícitos y la minería ilegal, por procesos productivos que generen mejores ingresos para que quienes viven de estas actividades, tengan recursos que les permitan llevar a la mesa de sus hogares los ingredientes básicos para vivir en condiciones dignas.
La paz no se construye con buenas intenciones. Esta se construye con inversión, nacional, departamental y local. Recursos hay, lo que sobran son ladrones.
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