Carlos Santa María.

¿Paz en Gaza? ¿Finalizará el genocidio?

Por: Carlos Santa María

La noticia más importante que ha ocurrido esta semana es que Hamás, el Movimiento Islámico de Resistencia, y el estado de Israel, han firmado un acuerdo a través de la gestión de Catar y Egipto por el cual se suspende el genocidio iniciado desde 1948 y que asesinó a más de 80.000 palestinos a partir del 7 de octubre de 2023.

Según la prensa occidental, lo sucedido por más de 15 meses ha sido un cruce de disparos, un conflicto entre Israel y terroristas de Hamás, guerra que ha tenido repercusiones económicas de US$18.500 millones y pérdidas humanas que se cuentan en más de 78.520 muertes, iniciando de forma gradual la retirada de las fuerzas israelíes de la Franja de Gaza y la liberación de los rehenes que tiene Hamás en su poder; el intercambio se hará por palestinos retenidos por Israel.

Las palabras de Biden, como un artífice de la solución, han sido expuestas en los medios masivos de tal suerte que quien financió e incentivó el genocidio ahora se retira como cadáver político sonriendo tras haber alcanzado u acuerdo que olvida que él mismo lo inició con Netanyahu.

La realidad es que durante este periodo el gobierno de Netanyahu lanzó a Gaza, la cárcel abierta más grande del mundo, el equivalente a 8 bombas atómicas, destruyo toda la infraestructura física y sanitaria, mantiene en hambre a más de dos millones y medio de personas, y sus víctimas han sido niños, mujeres y ancianos en su gran mayoría.

La posibilidad de un intercambio de rehenes israelíes por miles de palestinos secuestrados, una retirada gradual de las fuerzas sionistas, permitir que entren medicinas y comida, dejar de presionar para que Netanyahu siga controlando el territorio, son plazos y acciones por confirmarse.

Lo cierto es que el gobierno del régimen israelí no logró ninguno de sus objetivos excepto la masacre de un pueblo, cien veces peor que el denominado holocausto. Esperemos paz y cumplimiento de la entidad ocupante, especialista en deshonrar la palabra.