Pasto celebró recientemente una de las noches más memorables para su historia artística: la entrega de los Premios Vida y Obra, una distinción que exalta a quienes han consagrado su existencia al servicio de la cultura, dejando una huella imborrable en la identidad pastusa.
En el escenario del Teatro Javeriano, el arte tomó forma, color y sonido. La Secretaría de Cultura Municipal de Pasto y el Consejo Municipal de Cultura se unieron para rendir homenaje a cuatro maestros cuya trayectoria representa lo más genuino de la creación nariñense.
Entre aplausos y emociones, fueron reconocidos:
Livia Velásquez, artista plástica que ha plasmado en sus lienzos la sensibilidad de la región y con una profunda conexión con la identidad nariñense. Su obra, marcada por el uso expresivo del color y la textura, explora la naturaleza, la mujer y la vida cotidiana del sur colombiano con una mirada poética y comprometida. A lo largo de su trayectoria ha participado en exposiciones nacionales e internacionales, consolidándose como una voz esencial del arte contemporáneo pastuso.
Raúl Ordóñez Parra, creador y maestro del Carnaval, custodio de una tradición que convierte cada enero en un estallido de color. Su nombre está ligado a algunas de las comparsas y carrozas más emblemáticas de esta fiesta declarada Patrimonio de la Humanidad. Maestro y formador de generaciones, ha transmitido su conocimiento sobre el arte efímero, el diseño popular y la estética carnavalesca con humildad y pasión.
Hernando Zambrano Suárez, virtuoso de la talla en madera, que la ha elevado a la categoría de arte mayor. Heredero de una tradición artesanal, su trabajo combina la técnica ancestral con un sentido contemporáneo de la forma y el detalle. Zambrano ha formado a jóvenes talladores, asegurando que este oficio siga vivo como un testimonio tangible de la belleza y la identidad nariñense.
Edy Martínez, pianista y compositor de renombre internacional, referente del jazz y la música latina, símbolo de excelencia y talento pastuso. Su virtuosismo lo ha llevado a compartir escenario con grandes como Tito Puente, Mongo Santamaría y Dizzy Gillespie, fusionando la cadencia del Caribe con la sofisticación del jazz moderno.
Los Premios Vida y Obra reconocen una trayectoria y son también un compromiso con el futuro. Representan la gratitud de una ciudad que entiende que su cultura es su memoria viva y que los artistas son los guardianes del alma colectiva de Pasto.
Porque honrar a los maestros es también creer en el poder del arte para seguir construyendo identidad.