Ismael Botina popular Maestro Buchón, anduvo dando vueltas por la feria del café “La Mejor Taza 2024”, dónde 124 expositores regionales mostraron los mejores sabores de cafés especiales que se producen en Nariño, organizado por la Gobernación, en cumplimiento de una ordenanza del año 2021, mediante la cual se institucionalizó este evento que año tras año aumenta en calidad, número de participantes y negocios de feria.
Valga la pena recordar que esta idea nació de la Señora Maritza Moncayo Hermosa, esposa del Gobernador Jhon Rojas, que como buenos cafeteros vieron la necesidad de impulsar esta serie de promociones a favor del gremio caficultor; se inició justo en pandemia y fue uno de los primeros eventos que motivaron grandes negocios en una época cuando la economía se encontraba estancada. Antes se desarrolló en recintos cerrados, pero en esta ocasión, se aprovechó la oportunidad que brinda la calle 19 peatonalizada, en centro histórico de la ciudad. A juzgar por el numero de visitantes, este es el recinto ideal para ferias; si fuésemos justos deberíamos de llamarlo “Pasaje Comercial Chamorro”, como un reconocimiento al alcalde de ese entonces Germán Chamorro, quien fue blanco de ataques y pocos creían como ahora se lo ve. Es la sala de la capital, donde se podrían desarrollar tantos eventos multitudinarios, como la imaginación tengan los funcionarios oficiales.
Para este año, la Mejor Taza, calcula que los negocios entre cafeteros sobrepasarán los mil millones de pesos, suma no despreciable en momentos de crisis.
Pero, es el momento de llamar la atención y convertir ese pasaje comercial, en el recinto ferial, para que los diferentes renglones de la economía se muevan positivamente.
Maestro Buchón, si fuera uno de los tantos secretarios que tiene la Alcaldia de Pasto o la Gobernación, ya estuviera ingeniando organizar cada mes una feria diferente, comenzando en enero con productos del carnaval. Lo que nos falta es iniciativa, la burocracia se enmorcilla y solo espera que llegue fin de mes para recibir su sueldo; por allí no es la cosa, es el momento que nuestros gobernantes, tomen en serio que hay que tocarse para dinamizar la economía regional. Esto no es de teoría, esto es de acción y reacción, organizar un comité o una dependencia, autofinanciable, dedicada a promover cada mes una feria, convirtiendo el centro de la ciudad en algo novedoso. “En momentos de crisis, tenemos que echar mano a la imaginación y si dejamos de innovar, pasaremos sin pena ni gloria”.
Si imagina convocar a otros sectores, tales como los lecheros, artesanos, agricultores, comerciantes, zapateros, sastres deportistas, restaurantes, venta de vehículos nuevos y usados, en fin, es darle vida a ese sector como si fuera un “Corferias pastuso”. Mientras los gremios siguen opinando y aplazando la idea soñada de contar con un recinto ferial, ahí tenemos ese escenario que fácilmente pude albergar más de cien mil visitantes al día.
! Queda la iniciativa planteada ¡… a tocarnos… porque para lamentarnos tenemos todo el tiempo del mundo…

