El mágico Carnaval de Negros y Blancos de San Juan de Pasto también cambió de forma como lo hace el virus covid-19, para sembrar en la memoria de los tiempos y en los recuerdos culturales andinos que ni los años de la pandemia universal pudieron con la poderosa fuerza que contiene y mantiene viva a esta expresión de los imaginarios, imaginaciones, memorias, palabreares, músicas, de la cultura popular andina en el valle de Rumipamba, al pie del Taita Inti Volcán Galeras en este comienzo del año 2022.
Así que los duendes, la vieja llorona del monte, la patasola, las viudas y los espantos salieron alegres, sonrientes, coloridos y avispados al pasaje carnaval en este año 2022, a lo largo de la carrera 27 de nuestra entrañable ciudad de San Juan de Pasto, a juntarse con los colibríes, los pájaros copetones, los cóndores, las flores coloridas, las casas campesinas, las huellas de la memoria y los ecos de las palabras abuelas, formaron otra anaconda multicultural, multicolor, multisonora, para acoger y abrazar a las distintas expresiones de la diversidad cultural , que la pandemia del covid-19 hizo transformar de una senda a un pasaje del mágico carnaval de los encantos que cada comienzo de año renueva la memoria de lo que somos como pastusos abrazados con la vida que vivimos viviendo cada día de nuestras vidas.
Es así como queda demostrado que nuestro Carnaval de Negros y Blancos tiene una poderosa, vital e inquebrantable vida propia con las murgas, comparsas, disfraces individuales, grupos coreográficos, montajes, movimientos, proporciones, colorido, distribución, expresión de las obras de arte auténticas, propias, encantadas y encantadoras, hechas por la imaginación, creatividad, habilidad, dedicación, responsabilidad, compromiso, entrega y pasión de los murgueros, comparseros, disfraces, carroceros, danzantes que son poseídos por una poderosa magia innombrable que los seduce, encanta, ama y cuida para que sigan siendo la vida de nuestro amado mágico carnaval de los encantos de San Juan de Pasto.
Quedará en la memoria de los tiempos, contarán los que han de contar, dirán los que han de decir, que cuando una universal pandemia del virus covid-19 transformó la vida de la humanidad entera, hubo un pasaje carnaval que fue más poderoso y fuerte que la pandemia misma, que la expresión cultural andina pudo más, que como ya había la vacuna para controlar los graves efectos de este virus en las personas, fue posible que la carrera 27 de Pasto fue la cuna y la siembra de las hermosas y diversas expresiones de la cultura popular andina abrazada con las expresiones de la diversidad cultural.
El Pasaje Carnaval ha sido entonces una variante de las expresiones culturales populares, sin que haya sido posible el juego, el desfile magno por la senda del carnaval, pero eso sí un símbolo de la memoria, la palabra, el arte, las músicas, las alegrías y el orgullo de vivir en este Pasto querido que amamos tanto y así mismo nos ama para que nos hermanemos con la vida.
Por: Emilio Coral Ojeda