El padre José Isaac Figueroa, párroco de la iglesia Cristo Sacerdote, junto al monaguillo Esneider Nieto, lideran con fe y compromiso los trabajos pastorales y estructurales en el barrio Seminario.

Parroquia Cristo Sacerdote avanza con obras en Ipiales

El templo ubicado en el barrio Seminario continúa desarrollando obras pastorales, sociales y de infraestructura, pero requiere de la solidaridad de sus fieles para culminar importantes adecuaciones.

Progreso

La Parroquia Cristo Sacerdote, en el barrio Seminario de Ipiales, continúa su labor pastoral y comunitaria con un fuerte compromiso espiritual y social. El padre José Isaac Figueroa, párroco de esta iglesia, explicó que se han venido realizando mejoras tanto en las actividades religiosas como en los espacios físicos del templo, gracias al trabajo constante con los grupos parroquiales y al acompañamiento de la comunidad.

El lugar se ha convertido en un punto de encuentro para la fe y la acción social, donde se brindan jornadas de oración, acompañamiento espiritual, catequesis y apoyo a familias vulnerables del sector. Sin embargo, el templo aún enfrenta grandes retos estructurales que limitan el pleno desarrollo de sus actividades.

Necesidades

Según el sacerdote, la parroquia presenta deficiencias físicas en la infraestructura que requieren una intervención urgente. “Nuestro templo necesita adecuaciones urgentes. Las condiciones no son las más óptimas, y por eso apelamos a la generosidad de nuestros feligreses. Queremos seguir sirviendo, pero necesitamos su apoyo para avanzar con esta causa”, expresó el padre Figueroa.

El llamado a la solidaridad busca que más personas se sumen a las jornadas de apoyo económico y donaciones, con el fin de avanzar en obras como el mejoramiento del techo, la pintura, los accesos y el sistema eléctrico del templo, entre otros aspectos fundamentales para la seguridad y el bienestar de la comunidad.

Compromiso

A pesar de las limitaciones, la vida pastoral sigue activa gracias al compromiso del párroco, del monaguillo Esneider Nieto y de los diferentes equipos de apoyo parroquial. Ambos, día a día, trabajan con entusiasmo para mantener viva la fe en el barrio Seminario. Se espera que, con el respaldo de la comunidad, las mejoras continúen y el templo se consolide como un lugar digno para la oración y el servicio a los más necesitados.