Víctor Rivas

¿Para que en las calles?

POR: VICTOR RIVAS MARTINEZ.

Hace parte de la tradición de la clase obrera de Colombia, tomarse las calles el 1 de mayo de cada año, para reclamar mejores condiciones de vida y trabajo.

Su lucha se extiende a lograr un país más democrático justo y libre, en donde todos indistintamente de su condición social, religión o partido político al que pertenezca, podamos participar en igualdad de condiciones de la dirección del estado y de la distribución equitativa del presupuesto de la nación.

Para reclamar estos derechos,  tradicionalmente los sindicalistas y obreros de todos los sectores se toman las calles para hacerse escuchar y protestar por los abusos del poder, contra la corrupción y las clases dominantes que enquistados en el gobierno se enriquecen a costa de las necesidades de los más pobres.

A diferencia de lo que tradicionalmente ha ocurrido en los primeros de mayo de los años anteriores, hoy la clase obrera agrupada en sus organizaciones sindicales, como los nadies y las nadies, salen a las calles, para apoyar el cambio que siempre han reclamado, hoy, liderado por el presidente Petro.

El remezón del gabinete Ministerial ocurrido la semana pasada, fue bien recibido por los sindicalistas como por los nadies y las nadies, porque quienes hoy asumen los ministerios están comprometidos con los sueños de paz,  equidad y justicia social.

Los ministros y viceministros relevados pertenecientes a los partidos Conservadores, Liberal y de la” U”, no estaban identificados con la política del cambio y por eso el presidente tuvo que prescindir de ellos. Esteban gozando de las mieles del poder, de la burocracia y de los contratos, haciendo oposición desde el gobierno.  Esto no lo soportó el presidente y corto por lo sano.

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Hoy, quienes no apoyan las políticas del gobierno nacional, tendrán que hacer oposición desde el asfalto.  Como no están acostumbrados a estar sin representación burocrática y sin contratos, mecanismos que les permiten perpetuarse en el poder, estoy seguro de que pronto llegarán a ofrecer su respaldo, para continuar disfrutando de las mieles del poder y la burocracia. Amanecerá y veremos, dijo un ciego.