Es cierto que se perdió, es verdad que se sigue en el último lugar de la Liga colombiana con un punto de 15 posibles y no podemos obviar el inconformismo que hay en el entorno del CLUB. Sin embargo, nadie me puede discutir que la expresión futbolística del Deportivo Pasto cambió totalmente ante Deportes Tolima en Ibagué.
Personalmente había dicho, que independientemente del resultado, esperaba ver un equipo más robusto en la parte táctica y estratégica, situación que se dio e incluso vimos más de lo que uno esperaba.
Es decir que la llegada, en este cado del técnico Flabio Torres para tomar las riendas del plantel, fue un acierto, ya que definitivamente había que meterle la mano a una nómina que si bien no es de las importantes del país, yo estaba convencido de que con esta se puede hacer una campaña decorosa. El panorama es alentador.
Estoy totalmente de acuerdo que falta un delantero, ojalá de peso, para que sea el referente arriba, sin desconocer que el desempeño de Carlos Daniel Hidalgo y Hassan Vergara no es malo.
No quiero tirar las campanas al vuelo, ya que viene un rival muy bravo como Envigado que marcha en las primeras casillas del certamen con 10 puntos, pero creo que esta tercera era de Torres al frente del Pasto permite soñar, al menos para cosechar puntos que no permita sufrir en el tema del descenso.
«Sin saber que pasará de aquí en adelante, Deportivo Pasto mostró otra cara con la dirección técnica de Flabio Torres. Hay que seguir mejorando en la parte física, táctica y estratégica».
Veo con mucha preocupación, que colegas y aficionados dicen que el desempeño de los jugadores se debe a que a Giovanny Ruiz no le quisieron caminar y que la cancelación salarial que se les adeuda contribuyó para mejorar la actuación.
Conmigo no va la terquedad y si bien el pago de salarios pudo ser un revulsivo para el equipo, creo que eso no está en el primer lugar para el cambio como anteriormente lo he dicho.
Para mí lo más importante de un equipo es el técnico, incluso en un porcentaje superior de los futbolistas, por lo siguiente: – Infunde respeto a sus dirigidos por la experiencia y capacidad. – Sabe transmitir de buena manera el discurso que se tiene, por eso, la parte mental mejora y el desempeño crece. – Tácticamente se plantea algo y se corrige sobre la marcha. – Estratégicamente se implementa ‘armas’ para atacar, por eso, ante el Tolima Pasto pudo empatar el juego y de pronto pasar de largo.
No se puede obviar que el gol tolimense fue antecedido por una gigantesca mano de Anderson Plata y que Ray Vanegas despilfarró dos increíbles ocasiones de gol debajo del arco. Además, el arquero Álvaro Montero fue figura.
Por: Hernán Insuasti Gonzales (Acord)

