Sofonías Rodríguez.

Optimismo… qué bueno eres

¿Alguna vez nos hemos detenido a pensar en lo que hacemos? Arranquemos señalando que aquellos procederes y prejuicios exageradamente premonitorios que nos quedaron como huella de la sapiencia de los mayores tomados tal vez al natural de su experiencia, se tradujeron dentro de su época en la filosofía que aplicaron para ser más prácticos en el convivir de sus comunidades.

Como efecto de eso y por nuestra idiosincrasia especialmente en generaciones anteriores a la actual nos ha hecho crecer a los del sur, respetuosos, creyentes y muy fieles a los principios que forjaron nuestra personalidad. Esto siempre fue bien visto y digno de tomarlo como ejemplo. Pero dentro de ese cúmulo de valores, hemos sido de historia portadores de ese virus de pesimismo y temor para emprender algún proyecto.

Choca esto con las cuatro grandes virtudes del nariñense en su labor como trabajador raso, como funcionario, o como profesional de ser: puntual, honrado, humilde y buena persona cualidades que son exaltadas a nivel regional, nacional e internacional. Esto ha dado pie para que en la era contemporánea se vaya la gente sacudiendo de ese pesimismo que priva de todo, para ser ahora destacados emprendedores.

 

«Vamos a ponerle ganas a lo que nos proponemos, es accionar con optimismo. Significa que de nosotros depende lo que nos propongamos hacer. Optimismo… ¡Qué bueno eres!”.

 

Si todavía nos quiere tentar el pesimismo reaccionemos y abramos las puertas de nuestro corazón démosle paso al optimismo, actitud humana que tiene todas las de ganar. Y analizando detenidamente la palabra, se puede percibir que es la capacidad de obtener positivos resultados en la vida no sólo como resultado de su capacidad y talento, sino por la tenacidad, el esfuerzo personal, el espíritu de lucha y la confianza.

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Hay conceptos que coinciden en decir que es el optimismo la conjugación de muchos valores y un deseo implícito en el ser humano que lo impulsa a avanzar para demostrar hasta dónde puede llegar. Y cuando una persona hace uso de su libertad para tomar una decisión, sin tener en cuenta los resultados con el riesgo eso sí de elegir lo que a su juicio es lo mejor.

Cuántas cosas se pueden decir sobre el optimismo como la que lo identifica como un hábito mental que tiene que ver con el modo como se puede ver la vida y sus distintas situaciones que de ella se presenten y cómo se maneja la energía positiva. Cuando se es optimista siempre se encuentra lo positivo en lo negativo.

Vamos a ponerle ganas a lo que nos proponemos, es accionar con optimismo. Significa que de nosotros depende lo que nos propongamos hacer. Optimismo… ¡Qué bueno eres!

Por: Sofonías Rodríguez M.