Dayro Moreno está agotando todos los calificativos. Cumplió 40 años y corre como dos de 20, y cada uno de ellos anotó gol. Las piernas del artillero histórico del fútbol colombiano y las manos de James Aguirre le dieron al Once Caldas un triunfazo contra Independiente del Valle, 0-2 en Quito, para soñar con la semifinal de la Copa Sudamericana 2025.
Once Caldas comenzó a acercarse al arco de Independiente del Valle, primero tímidamente, y luego, con un golpe certero: a los 22 minutos, Juan David Cuesta metió un extraordinario centro y Dayro no la dejó caer: metió el guayo derecho y la cruzó al otro palo.
Independiente del Valle tuvo que recomponer su zaga tras la expulsión y, en el segundo tiempo adelantó líneas en busca del empate, pero dejó espacios a los que Once Caldas les sacó provecho. Apenas corrían cuatro minutos cuando Mateo García le puso un tremendo pase a Dayro, que definió a lo crac. Silencio en Quito, mientras en Manizales destapaban botellas de aguardiente.
El 0-2, curiosamente, no le cayó bien al Once Caldas. Los ecuatorianos sacaron todo el amor propio y arrinconaron al ‘blanco blanco’ en su área.
La ventaja para el Once es buena. El equipo colombiano tuvo jerarquía, tuvo guantes de oro con Aguirre y contundencia con Dayro, el goleador de una Copa Sudamericana que parece acercarse cada vez más a Manizales, donde se jugará el partido de vuelta la próxima semana

