El Comando Sur de Estados Unidos confirmó un nuevo ataque militar contra una presunta embarcación utilizada para el narcotráfico en aguas del Pacífico oriental, operación que dejó un saldo de cuatro personas muertas. Según informó la institución a través de un comunicado publicado en la red social X, los servicios de inteligencia estadounidenses determinaron que la lancha navegaba por una ruta ampliamente conocida por actividades de tráfico de drogas y que estaba involucrada en operaciones ilícitas.
Este ataque se suma a una campaña antinarcóticos iniciada en septiembre, considerada sin precedentes por su intensidad y alcance. Desde el comienzo de estas operaciones, Estados Unidos ha llevado a cabo más de 25 ataques similares en el Caribe y el Pacífico, con un balance total de al menos 99 personas fallecidas. Las acciones forman parte de una estrategia militar más amplia impulsada por el presidente Donald Trump, quien ordenó el despliegue de una poderosa flota naval en la región.
Entre los recursos militares utilizados se encuentra el portaaviones más grande del mundo, el USS Gerald Ford, acompañado por aeronaves de combate ubicadas en Puerto Rico y unidades de marines desplegadas estratégicamente. El objetivo central de esta ofensiva es aumentar la presión sobre el gobierno de Venezuela, al que Washington califica como un régimen “narcoterrorista”, en el marco de una escalada de tensiones políticas, militares y diplomáticas.
La presión estadounidense se intensificó aún más la semana pasada con la incautación de un petrolero frente a las costas venezolanas, una acción que el gobierno de Nicolás Maduro calificó como un acto de “piratería”. En respuesta, Trump ordenó el bloqueo de todos los petroleros sancionados que ingresen o salgan de Venezuela, mientras que el gobierno venezolano anunció que su Armada escoltará a los buques cisterna para garantizar su seguridad.
Estas operaciones militares han generado una fuerte reacción a nivel internacional. El pasado 10 de noviembre, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, advirtió que existen “fuertes indicios” de que los ataques de Estados Unidos contra embarcaciones en el Caribe y el Pacífico podrían constituir ejecuciones extrajudiciales. Según la ONU, la información disponible no demuestra que las personas a bordo de las lanchas representaran una amenaza inminente que justificara el uso letal de la fuerza.
El organismo internacional exigió al gobierno estadounidense investigar la legalidad de estas acciones, advirtiendo que podrían estar violando tanto el derecho internacional de los derechos humanos como el derecho internacional humanitario. Volker Türk instó a detener de inmediato estas operaciones militares y a evitar nuevas muertes, señalando que el creciente costo humano de la campaña resulta inaceptable.
En conjunto, estos hechos reflejan un aumento significativo de la militarización en la lucha contra el narcotráfico en la región, al tiempo que profundizan el conflicto político entre Estados Unidos y Venezuela, generando preocupación internacional por las consecuencias humanitarias y legales de estas acciones armadas.