EDITORIAL

NUESTRA FRONTERA ESPERA SU REAPERTURA

Tal parece que el movimiento de protesta por parte de los pequeños y medianos comerciantes de Ipiales en el Puente Internacional Rumichaca empieza a dar sus primeros frutos.

El objetivo no puede ser otro que lograr la reapertura de la frontera colombo-ecuatoriana cerrada desde marzo del 2020, a consecuencia de la llegada a nuestro medio de la pandemia de Covid-19.

Han sido 18 meses terribles para los comerciantes y por ende para la economía de Ipiales, gravemente afectada por una tremenda disminución de las ventas, puesto que como todos sabemos, el comercio de la ciudad fronteriza ha tenido como motor de alta potencia, especialmente en los últimos años luego del proceso de dolarización, a los compradores ecuatorianos.

Pero el cierre de la frontera dejó de brazos cruzados a nuestros comerciantes, quienes de la noche a la mañana, y de manera abrupta, vieron, además del cierre de la frontera, cómo durante varios días tuvieron que cerrar sus diferentes negocios debido al confinamiento obligatorio ordenado por el Gobierno Nacional para tratar de evitar la expansión del contagio.

 

«Ahora, ante el movimiento de protesta de los comerciantes de Ipiales, el gobierno del Ecuador empieza a mostrar sus primeras señales positivas en torno a la petición colombiana de abrir la frontera, lo que se refleja en las declaraciones que entregó en las últimas horas el gobernador del Carchi, Yaco Martínez». 

 

Ahora, ante el movimiento de protesta de los comerciantes de Ipiales, el gobierno del Ecuador empieza a mostrar sus primeras señales positivas en torno a la petición colombiana de abrir la frontera, lo que se refleja en las declaraciones que entregó en las últimas horas el gobernador del Carchi Yaco Martínez, quien señaló que se iniciará un diálogo con el presidente del Ecuador Guillermo Lasso para pensar en la posibilidad de abrir de manera paulatina un paso peatonal en la frontera colombo-ecuatoriana por el Puente Internacional Rumichaca.

Peor es nada, decían nuestros abuelos, y nosotros pensamos que esa intención en sí ya constituye un importante avance en este anhelo que tenemos todos para que se haga cuanto antes la reapertura de la frontera.

Nos parece que lo que necesitamos ahora es un poco más de presión por parte de nuestro Gobierno para que se apresure cuanto antes esta reapertura, puesto que sabemos que la situación de los comerciantes de Ipiales es terrible ante el receso que afrontan por la falta de compradores.

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Además se debe tener en cuenta los episodios que este prolongado cierre está causando en materia de seguridad, puesto que el no poder pasar de un país a otro de manera legal es motivo para que tanto del lado ecuatoriano como colombiano se recurra a los pasos ilegales, lo que de acuerdo con las informaciones que hemos conocido, ha dado lugar a incontables episodios de inseguridad.

Por lo pronto, esperamos con marcada esperanza que las manifestaciones hechas por el gobernador de El Carchi, Yaco Martínez, nos lleven cuanto antes a una apertura de la frontera, así no sea total.

Sin embargo, lo ideal sería que se llegara a una apertura total, si tenemos en cuenta que ya prácticamente tenemos las fiestas de Navidad y fin de año a la vuelta de la esquina, temporada en la que se disparan las ventas.

Es por ello que entre los comerciantes de Ipiales las esperanzas cunden por doquier y la expectativa es grande en que se pueda llegar a una solución a la mayor brevedad posible.

Ahora, de nuevo, el balón está en el campo ecuatoriano y toca esperar cuál va a ser la respuesta que se tendrá por parte del Gobierno del vecino país.

Lo que debemos destacar ahora es que luego del prolongado silencio que mantuvo Ecuador, en estos momentos existe una clara posibilidad de que las cosas se empiecen a arreglar de manera satisfactoria. Ojalá sea así.