No solo quemaduras: el peligro mortal de intoxicarse con pólvora

No solo quemaduras: el peligro mortal de intoxicarse con pólvora

Cuando se habla de pólvora, la mayoría piensa en quemaduras y amputaciones, pero existe un riesgo menos visible y potencialmente mortal: la intoxicación por inhalación o ingestión de pólvora y sus residuos, una amenaza que aumenta durante la temporada decembrina.

¿Cómo ocurre la intoxicación?

La pólvora contiene sustancias químicas como nitratos, nitritos, azufre, carbón y metales pesados. La intoxicación puede darse por:

Inhalación del humo durante la quema de voladores, mechas o juegos pirotécnicos.

Contacto prolongado con residuos en manos, ropa o superficies.

Ingestión accidental, especialmente en niños, que pueden llevarse restos a la boca.

Síntomas de alarma

Los efectos pueden aparecer en minutos u horas:

Dolor de cabeza intenso, mareo, náuseas y vómito.

Dificultad para respirar, tos persistente, ardor en garganta y pecho.

Somnolencia, confusión o pérdida de conciencia.

En casos graves: intoxicación sistémica, daño pulmonar, arritmias e incluso muerte.

Niños, adultos mayores, personas con asma, EPOC o enfermedades cardíacas son los más vulnerables.

Riesgo especial en menores

En los niños, pequeñas cantidades pueden causar fallas respiratorias. Además, su curiosidad y menor peso corporal hacen que la intoxicación sea más rápida y severa.

¿Qué hacer ante una sospecha?

Alejar inmediatamente a la persona de la fuente de humo.

No inducir el vómito.

Lavar manos y piel expuesta con agua y jabón.

Buscar atención médica urgente o llamar a una línea de emergencias si hay dificultad respiratoria, vómito persistente o alteración del estado de conciencia.

Prevención: la clave

No manipular pólvora ni permitir su uso en casa.

Evitar espacios cerrados donde se quemen fuegos artificiales.

Mantener niños alejados de residuos y empaques.

Preferir celebraciones sin pólvora y reportar su uso ilegal.

La pólvora no solo quema: también envenena. La mejor forma de prevenir tragedias es no usarla y proteger especialmente a los niños y a las personas con enfermedades respiratorias.