Por: Ricardo Sarasty.
Los nariñenses llevamos años, muchos años, a la espera de una carretera que nos permita comunicarnos con el centro del país de manera rápida y segura. Son muchos los candidatos que han pasado por aquí prometiéndola pero también es igual el numero de presidentes que la han ignorado y solo atinan a recordar que alguna vez la prometieron cuando los derrumbos de todos los años a lo largo de la actual vía nos aíslan e impiden que la región centro del país se abastezca con los productos agropecuarios que se producen en esta región, como también impide la llegada de mercancía proveniente del norte para el surtido del comercio en esta parte del país, afectando la economía de los industriales e importadores con consecuencias graves para esos sectores. No obstante durante todos estos años de promesas y espera lo único que se ve en la realidad son puchos de carreteras acondicionadas para solucionar los problemas causados por los taponamientos, derrumbes, caídas de puentes y cualquier otro desastre, solo por un momento, mientras pasa el chaparrón
Desde los días en los que el actual Director de la Agencia de Renovación de Territorio, Dr. Raúl Delgado fue alcalde de Pasto y gobernador de Nariño hemos escuchado hablar sobre el proyecto de la construcción de la doble calzada Pasto- Santander de Quilichao, para entonces se avanzó, según dicen, hasta el trazado de la vía, solo que de ello queda el recuerdo amargo de lo que pudo haber sido y no fue, una demanda interpuesta por el consorcio que estuvo al frente de un proyecto fallido y unos cuanto metros de doble calzada entre la salida de la cabecera municipal de Chachagüí hasta antes de la entrada al aeropuerto Antonio Nariño y nada más. Solo que para cuando se dio al servicio dicho tramo se dijo entre uno y otro conductor que pasaba por ahí que algo es algo y peor es nada. De ahí para acá, en tiempo y espacio no se ha avanzado más que el otro pucho de doble calzada que vino a inaugurar el expresidente Iván Duque considerando él que esta era una obra importantísima porque, en palabras de uno de los astronautas primeros que llegaron a luna, si bien era un paso corto para el hombre, debía de significar otro gigante para la humanidad. Solo que como hoy se ve aun no alcanza a formar parte de la solución definitiva al problema de la comunicación vía terrestre entre esta esquina sur occidental del país, el centro y norte del país.
Durante el gobierno del Dr. Juan Manuel Santos se trazó y dejo en pie de construcción la doble calzada Rumichaca – Catambuco, obra que debemos agradecer porque nos puso mas cerca del sur del continente y a los vecinos de esos países los acerco al menos hasta Pasto, pero ¿para qué? Si en un país cuyo régimen de gobierno es centralista por lo que todo depende de cuanto se haga o se deje de hacer en las edificaciones que rodean a la Plaza de Bolívar, estar desconectado del centro es prácticamente no existir. Así lo hemos sentido y padecido los habitantes de un departamento que le pone votos a todos los candidatos de todos los partidos, que ha elegido con sus mayorías a más de un presidente para que en el momento de las decisiones administrativas nunca se encuentren sus necesidades y problemas entre las prioritarias y ni pensarlo en las de urgencia. Parece que estamos tan distantes y con tanta dificultad para comunicarnos con el gobierno central que una vez salidos de acá los senadores y representantes por los que se vota, se olvidan hasta de regresar por lo que no sufren la falta de una carretera rápida y segura.