La localidad de Sumapaz, el enclave rural más extenso de la capital, concluyó su agenda de fin de año con una estrategia integral denominada «Navidad Sumapaceña». Más allá de las celebraciones tradicionales, esta iniciativa se consolidó como un ejercicio de gobernanza territorial, diseñado para fortalecer la presencia institucional en las zonas más apartadas de la ruralidad y reafirmar el compromiso de la administración con sus habitantes.
Cultura y Bienestar en el Corazón del Páramo
La agenda navideña no se limitó a eventos recreativos; fue una plataforma para la promoción de la cultura local y el bienestar social. A través de encuentros en diversos centros poblados y veredas, la administración local facilitó espacios donde la comunidad pudo integrarse en torno a sus tradiciones, reconociendo la identidad campesina como el eje central del desarrollo regional. Estas actividades buscaron cerrar las brechas de acceso a la oferta institucional, llevando servicios y atención directa a las familias que custodian el ecosistema estratégico del páramo.
El Diálogo como Herramienta de Cohesión
El alcalde local, Diego Ramiro García, destacó que el éxito de esta jornada radica en el acuerdo ciudadano y la articulación entre las organizaciones sociales y el gobierno distrital. Durante el cierre de las actividades, el mandatario expresó su profunda satisfacción por los resultados alcanzados, señalando que la participación activa de los sumapaceños es la prueba de que el diálogo constructivo es la base para recuperar la confianza pública.
«La Navidad en Sumapaz es un símbolo de unión rural. Fortalecer los lazos comunitarios en este territorio es fundamental para garantizar una paz estable y una cohesión social duradera», afirmó García. Con este cierre de año, la localidad no solo celebra sus logros administrativos, sino que proyecta un modelo de gestión donde la voz del campesinado es el motor de la política pública, asegurando que la presencia del Estado sea constante y efectiva en cada rincón del territorio.

