Por: Carlos Santa María
Las luchas por los derechos de un territorio y sus gentes, tiene que aglutinar al mayor número de actores sociales para que en conjunto se pueda realizar una presión que obtenga las reivindicaciones exigidas. El primer grupo de fuerza cívica constituye a la dirigencia de un departamento unida en torno a legítimas exigencias de equidad, desarrollo, paz y bienestar social.
Este principio estratégico sin el cual las demandas no pueden conseguirse debe ir fortalecido con propuestas colectivas y que se dirijan a resolver la problemática señalada por la ciudadanía. Por ello, es básica la claridad sobre algunos puntos que son clamor nacional.
«Las luchas por los derechos de un territorio y sus gentes, tiene que aglutinar al mayor número de actores sociales para que en conjunto se pueda realizar una presión que obtenga las reivindicaciones exigidas».
A, Renegociar los Tratados de Libre Comercio que sólo han logrado destruir la producción en el país y enriquecer a sectores cuyo único fin es su propio peculio. De hacerlo, nuevamente Colombia puede pensar en su autonomía, crecimiento y soberanía.
B, Fortalecer la Banca Pública para que desde ella se distribuya el presupuesto hacia el campesinado, emprendedores, clases trabajadoras, informales y todo aquel que requiera comenzar un emprendimiento.
C, Considerar una reforma rural integral que comprenda a la familia del campo en sus necesidades de educación, capacitación, acompañamiento, estabilidad ante los riesgos, tecnificación y apoyo constante. Junto con los puntos anteriores se comienza un despegue profundo.
D, Apoyo decidido a la mujer, no sólo en los campos discursivos, sino en lo laboral, salarial, pensional, entre otros, que de un sólido mensaje de estructuración económica y social para avanzar colectivamente.
E, Acompañamiento hacia la vivienda ya que la tacañez estatal ha sido manifiesta al entregar a un sector muy reducido apartamentos de escasos metros donde se regresa a la estrechez humana.
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F, Iniciar en el Departamento de Nariño la aplicación de un modelo en salud que definitivamente haga que las billonarias riquezas de las EPS se dirijan hacia los más necesitados, sin intermediarios.
Existen más requerimientos. Sin embargo, de nuestra organización representativa, aunando la ciudadanía, se obtiene los derechos urgentes. Ya hay carretera provisional; ahora desde aquí se debe continuar.