Editorial Diario del Sur

NARIÑO NECESITA LA PAZ

Desde el comienzo del nuevo Gobierno el pasado 7 de agosto, llevamos un mes hablando de la paz total y de los proyectos que al respecto se piensan desplegar en el territorio nacional, para que ese propósito sea algún día la realidad que desde hace muchos años anhelamos millones de colombianos.

Será injusto dejar de reconocer que en ese objetivo se dio un paso enorme con la firma hace 6 años, del Acuerdo de Paz, entre el Gobierno Nacional y la entonces guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc. Esto no lo podemos negar se constituyó en un hecho histórico que nos abrió muchas esperanzas, pero lamentablemente este proceso ha tenido múltiples inconvenientes, entre los que se cuenta la aparición de las disidencias de la exguerrilla, cuyos integrantes no se mostraron de acuerdo con la firma de la paz o por la manera como se desarrollaron los posteriores acontecimientos y prefirieron seguir delinquiendo, en especial en lo que tiene que ver con las actividades del narcotráfico.

Pero, además, tenemos que en el territorio nacional la exguerrilla de las Farc no era el único grupo armado ilegal que generaba violencia, lo que ha sido una de las causas preponderantes para que la paz total que propone el señor presidente de la República, Gustavo Petro vaya a ser un proceso lleno de aristas y dificultades.

En primera instancia tenemos a la también guerrilla del Ejército de Liberación Nacional Eln, que continúa operando en vastos sectores del país, entre los cuales no está exento nuestro departamento de Nariño, tanto en los municipios de la costa pacífica como de la Cordillera. En ese sentido, no necesitamos tener poderes de clarividente, para aseverar que mientras no se acuerde la paz con el Eln, la paz en el territorio nacional será una utopía. Eso, sin contar con que aparte de esa guerrilla tenemos en Nariño y en el país, toda clase de organizaciones y grupos delincuenciales, los que, por igual, son protagonistas de toda clase de hechos violentos en la mayoría de las regiones del país.

Hemos hecho las anteriores consideraciones para expresar que aquí en nuestro departamento de Nariño, necesitamos con urgencia de la paz, puesto que la región sigue siendo víctima de todos los episodios que caracterizan a los conflictos armados, como los homicidios, en especial de los líderes sociales y defensores de los derechos humanos, amenazas, atentados criminales y desplazamientos, fenómeno en el que tristemente esta zona sur del país ha estado desde el año pasado en los primeros lugares.

loading...

En ese sentido, debemos entender muy bien que, si al mandatario nacional le va bien en ese loable objetivo, también nos va a ir bien a todos, en especial a Nariño, departamento que a través del tiempo ha sido uno de los mayormente afectados en Colombia, a consecuencia del conflicto armado».

Para completar este oscuro panorama, tenemos que en estos instantes estamos afrontando un verdadero ‘septiembre negro’, con la ocurrencia de episodios de asesinatos que se unen a las masacres en las comunidades indígenas que se perpetraron el pasado mes de agosto en el sector de la costa pacífica de nuestro departamento.

Por lo tanto, a pesar de que sabemos que el camino va a ser difícil, naturalmente deseamos que al presidente Gustavo Petro le vaya muy bien en su propósito de alcanzar la paz total, que como todos lo sabemos, se constituye en uno de los principales objetivos de su gobierno.

En ese sentido, debemos entender muy bien que, si al mandatario nacional le va bien en ese loable objetivo, también nos va a ir bien a todos, en especial a Nariño, departamento que a través del tiempo ha sido uno de los mayormente afectados en Colombia, a consecuencia del conflicto armado.

La paz total representará un gran cambio que escribirá nuevas páginas en la historia de nuestro país y nosotros queremos ser grandes protagonistas.