Por: Christian Benítez Ramírez
Los últimos meses han sido trágicos para el departamento de Nariño, primero se vio afectado por el deslizamiento de tierra en la Panamericana que sumió al territorio en una grave crisis económica de la que aún no se recupera; ahora entre el 15 de marzo y el 23 de abril, las lluvias han dejado más de 4.400 personas afectadas, 4.400 historias que embargan de tristeza a quienes las viven, y quienes les rodean.
Son 1.528 las familias que han sido víctimas en 31 de los 64 municipios de Nariño, familias que han padecido alguno de los 52 eventos adversos por las lluvias, 38 de ellos deslizamientos, 11 inundaciones y 3 granizadas que hasta ese momento dejan 5 personas sin vida, 5 proyectos de vida que quedaron inconclusos, cinco espacios vacíos en sus hogares, trabajos, familias.
Es por ello que, desde este departamento ubicado al sur occidente de Colombia, casi invisible para el estado y el gobierno hacemos un llamado al equipo del cambio, a que verdaderamente ejecute esa transformación que tanto predica y garantice un acompañamiento oportuno en estos momentos de angustia, temor y necesidad para el pueblo nariñense; es momento de abandonar el centralismo y atender “la periferia”.
La Cruz, Colón, San Pablo, San Bernardo, Tablón de Gómez, Arboleda, Albán, El Rosario, han sido los territorios más escuchados en este momento debido a que son los que mayores daños han sufrido. Según el balance de la Dirección Administrativa de Gestión de Riesgo de Nariño son 117 puntos críticos en las vías, 23 acueductos con daños considerables, 1.800 hectáreas de cultivos perdidos, 8 puentes peatonales arrasados, 1.071 viviendas en riesgo, 39 viviendas destruidas y 11 centros educativos afectados.
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Cifras bastante alarmantes que indican como lo ha mencionado la gobernación y las alcaldías, que atender esta situación está fuera de su alcance, por ello las familias que hoy se encuentran damnificadas, la sociedad civil y las autoridades al unísono reiteran el llamado al gobierno central para que dé prioridad al departamento y agile acciones que permitan atender de manera inmediata esta calamidad, entrega de ayudas, subsidios de arrendamiento, apoyo con maquinaria, y la construcción de puentes vehiculare y peatonales son las principales necesidades.
Es necesario pasar de la teoría a la práctica, del discurso al accionar y de redimirse con este territorio que ha estado al margen den centralismo por mucho tiempo, si mal no recuerdo desde 1.904.

